Dice que ambos buques incumplen la norma internacional ya que pretenden operar en zonas donde "no hay puertos seguros" para desembarcar El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, ha negado este jueves, 31 de enero, que el bloqueo de los barcos humanitarios Open Arms y 'Aita Mari' en el Puerto de Barcelona y de Pasaia (Guipúzcoa), respectivamente, sea "una decisión arbitraria", sino que "se ciñe a lo marcado legalmente". Así lo ha manifestado el ministro en el Congreso de los Diputados, donde ha comparecido después de que parte de la oposición así lo solicitara con el objetivo de que explicase por qué ambos buques de rescate no pueden zarpar hacia el Mediterráneo central para salvar vidas de migrantes a la deriva. Según ha explicado Ábalos, el 'despacho' de los buques "es un acto reglado y entra en un ámbito claramente administrativo". Se trata de un procedimiento mediante el cual la Capitanía Marítima o el Distrito Marítimo comprueba que todos los buques y embarcaciones cumplen con todos los requisitos exigidos por las normas legales para poder navegar. "Solo puede denegarse por causas legales o por un juez. No es una decisión arbitraria, sino que se ciñe a lo marcado legalmente", ha subrayado Ábalos, que ha señalado que "no se puede decir" que el Gobierno de Pedro Sánchez "no está comprometido" con el rescate de pateras. En este sentido, ha recordado que durante el año 2018 Salvamento Marítimo rescató a casi 50.000 personas en más de 2.300 embarcaciones que se dirigían a costas españolas. Las tareas de rescate, según ha puntualizado, son "ineludibles", "pero no resuelven el problema de fondo". El ministro ha afirmado que la autorización de salida "está sometida" a una "estricta" normativa de aplicación. Según ha señalado, la denegación de navegar atiende la obligación de desembarcar a los náufragos en un puerto seguro, de acuerdo a lo establecido en la normativa internacional. En este sentido, Ábalos ha dicho que "los servicios técnicos" han determinado que ambos buques "incumplen" la normativa internacional, ya que en la zona en la que pretenden operar --aguas cercanas a Libia-- "no hay puertos seguros" donde desembarcar, sin mencionar el cierre de los de Malta e Italia. Además, el ministro ha destacado "la negativa" de las ONG a desembarcar a los migrantes en Libia. Así pues, la resolución de la Marina Mercante, dependiente del Ministerio de Fomento, es denegatoria, "a la espera" de que se cierre un acuerdo con puertos cercanos a la zona SAR de búsqueda y salvamento en las que estos busques "operan". Ábalos también ha alegado motivos de seguridad para argumentar la decisión de no permitir zarpar a los barcos. A su juicio, las condiciones de los buques, en caso de realizar un rescate de migrantes, "ponen en riesgo" a los pasajeros e, incluso, a los buques que puedan acudir a su ayuda. Así, ha señalado que "no cuentan" con los certificados necesarios para garantizar el cumplimiento de la normativa internacional de seguridad marítima y prevención de la contaminación del medio marino. "Lo que no podemos obviar desde este departamento son nuestras obligaciones legales, nacionales e internacionales, y las consecuencias de ello", ha remarcado. El ministro ha reiterado el "compromiso decidido y firme" de España para salvar migrantes en el mar camino hacia España, donde, según ha recordado, "se concentra toda la presión migratoria". "España se está haciendo cargo de eso, de lo que le toca, y de algo más", ha sentenciado. Así, ha reclamado un mayor compromiso europeo "para dejar de dar respuestas 'ad hoc'" a este "problema europeo" y "lograr institucionalizarla". "Hay que tener una respuesta global y solidaria de toda la Unión Europea", sostiene. CRÍTICAS DE LA OPOSICIÓN Desde la oposición, la mayoría de los grupos han recriminado al ministro esta decisión, cuando el pasado mes de junio ofreció puerto a los más de 600 migrantes rescatados por el Aquarius, al tiempo que han hecho hincapié en que el ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, está "aplaudiendo con las orejas" el bloqueo de los buques. El diputado de En Comú Marcelo Expósito le ha dicho al ministro que "no tiene derecho" a impedir la salida de los buques ni a "esconderse detrás de coartadas técnicas" cuando la Unión Europea es "corresponsable" de "los espantos" que "provocan" que los migrantes huyan de su país de origen. Según ha remarcado, los náufragos son "titulares de derechos reconocidos" y "protegidos" por el derecho internacional del mar. "¿Qué ha pasado en estos siete meses?", ha cuestionado el diputado de ERC, Gabriel Rufián. "Lo que ha pasado se llama miedo a PP, Ciudadanos y Vox, a los tres jinetes del apocalipsis ultra e intentan contentarlos sin entender que solo se les contenta con cosas muy salvajes", ha puntualizado. "Es electoralismo, amnesia porque olvidan lo que hicieron con el Aquarius, y temen la ola creciente de la extrema derecha. Quizá apaciguando las aguas, la extrema derecha calme su crecida", ha dicho el diputado de Bildu Oskar Matutos. "NO ES COMPARABLE" A LA POSTURA DE SALVINI En respuesta, el ministro ha apostillado que el barco Aquarius, al contrario que el Open Arms y el Aita Mari, "no tenía bandera española" y "ya estaba en la mar y salvado" a los migrantes. "¿Qué hacemos si cabemos 15 y encontramos a 20? Una cosa es salvar y otra cosa es estar a expensas de a qué puerto ir, eso ya no es salvar, es transportar", ha manifestado, puntualizando que "hay redes que hacen un uso fraudulento de la buena voluntad" de las labores de salvamento y destacando que él tiene informes que señalan que "posiblemente hay usos fraudulentos de determinadas misiones" de rescate. "Si un país que ha salvado a 50.000 personas es comparable a Salvini, algo falla en la percepción", ha remarcado también, respondiendo a las acusaciones de la oposición. La mayoría de la oposición ha reivindicado la importancia de salvar las vidas en el mar, teniendo en cuenta que el Mediterráneo "se está convirtiendo en la fosa común más grande de Europa", según han apuntado varios portavoces parlamentarios. También han tachado de "preocupante" y de "gravísimo error" la posición del Ejecutivo, al que han advertido de su "negligencia" al impedir la salida de los buques humanitarios. "Cuando hablamos de vidas humanas en política podemos hacer un poco más, no solo escudarnos en autorizaciones administrativas, sino más voluntad política para vencer esas trabas", ha señalado el diputado de Compromís Joan Baldoví. Desde el PNV, el diputado Íñigo Barandiarán ha afeado al Gobierno que emita "resoluciones de forma precautoria y sin fundamento de hecho" al argumentar que no hay puertos seguros para estos buques. "No es cierto que no los haya", ha recalcado, incidiendo en que no hay ninguna resolución internacional que así lo diga. Por su parte, desde el PP, el diputado Miguel Barrachín ha criticado la gestión migratoria del Gobierno de Pedro Sánchez, al que ha acusado de provocar un "efecto llamada" y al que ha afeado los "bandazos" dados ante los buques de rescate.