MADRID, 12 Mar. (EUROPA PRESS) -
La catedrática de Ética y Filosofía Política de la Universidad de Valencia, Adela Cortina, quien acuñó hace más de 20 años la palabra 'aporofobia' para definir el rechazo al pobre, ha afirmado que la "fobia" a los más vulnerables y menos aventajados es "universal". "Los extranjeros no nos molestan, no digamos tonterías --ha dicho-- los futbolistas que vienen y que fichamos por una cantidad impresionante son extranjeros y a nadie le molesta que lo sean".
"Lo transversal es que una persona molesta cuando es pobre", ha apuntado durante una la ponencia 'Ética de la proximidad: el cuidado de las personas más vulnerables'. Cortina ha lamentado que la sociedad "repela" a los extranjeros "que parece que no tienen nada bueno o interesante que ofrecer" o "dar a cambio".
Cortina ha puesto de ejemplo del turismo para exponer su teoría sobre la aporofobia. "Estamos encantados de que el turismo crezca. Los turistas son extranjeros, pero les acogemos. No nos molestan los extranjeros que vienen a dejar dinero", ha recalcado al respecto.
Sin embargo, eso no sucede cuando una persona llega a territorio español en patera. "A unos se les rechaza y a otros se les acoge --ha manifestado-- tenemos la costumbre de hablar de xenofobia (rechazo a los extranjeros), pero es aporofobia". Según ha insistido, "lo que existe es el rechazo al pobre", a los que "parece que no tienen nada bueno que dar más que problemas".
Así lo ha manifestado durante la ponencia que ha impartido este martes en el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad, donde se ha celebrado una conferencia con motivo del fin del proyecto europeo 'Policía contra el racismo, la xenofobia, y otras formas de intolerancia' PROXIMITY.
La iniciativa pretende impulsar el papel de los cuerpos policiales, especialmente de la Policía Municipal, para la mediación y resolución de este tipo de conflictos. Esta labor, según ha apostillado Cortina, es "impagable". "Trata de incluir a los que la sociedad ha excluido de manera injusta", ha apostillado.
"Una sociedad democrática no puede ser más que inclusiva, una sociedad que excluye a personas no es una sociedad democrática", ha agregado, para después subrayan que "no se puede decir que por ser pobres no interesan". "Tienen dignidad y son interlocutores válidos", ha remarcado. Frente a "invisibilizarles" y "dejarles fuera" de la sociedad, la filósofa ha abogado por "empoderarles".