MADRID, 3 Jun. (EUROPA PRESS) -
Aldeas Infantiles SOS ha puesto a disposición de las Administraciones Públicas sus recursos de protección, de atención socioeducativa y de inserción laboral para los niños migrantes solos de Ceuta. Se estima que unos 1.000 menores cruzaron la frontera procedentes de Marruecos hace dos semanas en medio de la crisis migratoria.
La organización de atención directa a la infancia cuenta con programas de acogimiento residencial y familiar en los que se pueden integrar los niños y las niñas no acompañados, según precisa, así como con programas de apoyo a los adolescentes y jóvenes hasta su plena integración social y laboral. Estos servicios están distribuidos en diez comunidades autónomas.
La ONG denuncia la "vulneración de derechos" que se está viviendo en la frontera, y reclama "el cese de las devoluciones en caliente de niños y niñas, consideradas ilegales por los convenios internacionales en materia de protección a la infancia". La organización recuerda que esta práctica solo está permitida cuando el niño o la niña manifiesta su voluntad de volver.
Aldeas Infantiles también apunta que la determinación de la edad debe hacerse "con todas las garantías y respetando siempre el interés superior del niño". Por ello, pide que las pruebas de determinación de la edad se apliquen "correctamente" y que "solo se realicen como último recurso", es decir, cuando el niño o la niña no tenga ningún documento que acredite su minoría de edad.
Además, la organización denuncia que hay menores "hacinados" en centros deportivos y naves industriales, "otros viviendo en situación de calle, familias separadas o personas no atendidas conforme al derecho internacional".
En ese sentido, Aldeas Infantiles SOS considera fundamental la detección inmediata de aquellos perfiles más vulnerables para que puedan recibir una atención "individualizada" y psicosocial adecuada, para poder definir la mejor solución para cada caso.
La organización reclama "vías migratorias seguras" y "políticas de acogida y de protección" para aquellos que cruzan la frontera; y resalta la importancia de conocer la situación de los países de origen con el fin de poder llevar a cabo políticas de cooperación que den respuesta a sus necesidades.
"Los niños, las niñas y los adolescentes son las víctimas más vulnerables de esta crisis humanitaria, en especial aquellos que están solos; cada niño es único y tiene derecho a ser respetado y la etiqueta de 'migrante' o 'refugiado' no puede ser utilizada para degradar sus derechos, independientemente de su estatus migratorio o el de sus padres", concluye la organización.