MADRID, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Egipto ha rechazado este jueves el informe publicado por Amnistía Internacional, en el que la organización ha pedido a las autoridades que terminen con sus prácticas de deportaciones forzosas de cientos de refugiados sirios, y lo ha descrito como "erróneo".
"El informe es erróneo. No hay una política oficial sobre la deportación forzosa de nuestros hermanos sirios. La mayoría de ellos viven en paz y no hay campamentos de refugiados en el país", ha indicado un portavoz Ministerio de Exteriores.
Badr Abdel Attai ha admitido sin embargo que algunos ciudadanos sirios han sido deportados, si bien ha explicado que lo fueron por participar "en protestas armadas y enfrentamientos violentos", según ha recogido el diario egipcio 'Al Ahram'.
Por último, ha sostenido que la decisión de solicitar visado de entrada y el visto bueno de las fuerzas de seguridad a los ciudadanos sirios es una medida excepcional relacionada con la situación de seguridad, al tiempo que ha recalcado que la misma será revisada cuando la situación se estabilice.
Según las últimas cifras que maneja Naciones Unidas, 946 refugiados sirios han sido arrestados por las autoridades egipcias cuando intentaban cruzar la frontera. De ellos, 724 --entre ellos mujeres y niños-- permanecen todavía bajo custodia.
AI ha denunciado además que las condiciones de la detención son deplorables e ilegales en el sentido de que los refugiados no tienen acceso a asistencia legal ni al consejo de representantes del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
En este sentido, ha hecho especial hincapié en los efectos destructivos que las deportaciones causan en el núcleo familiar ya que padres e hijos no suelen ser expulsados al mismo tiempo.
Ante esta situación, los desplazados sirios se ven obligados a pagar a contrabandistas sumas de hasta 3.000 euros para intentar un viaje a la desesperada hasta Europa, que se salda ocasionalmente de manera trágica. La semana pasada fallecieron 12 personas en el naufragio de un esquife frente a las costas de Alejandría. A principios de octubre, varios sirios perdieron la vida en el catastrófico hundimiento de un barco frente a las costas de la isla italiana de Lampedusa en el que fallecieron más de 300 inmigrantes.
"Las autoridades egipcias tienen el derecho de proteger a cualquiera que huya del conflicto sirio y busque refugio en su país", ha recordado el director de AI para los Derechos de los Refugiados y de los Inmigrantes, Sherif Elsayed Alí.
"Pero en lugar de proporcionar ayuda vital a estos refugiados", ha denunciado, "las autoridades les arrestan y les deportan" a sabiendas de que "la mayoría de ellos perdieron todo lo que tenían cuando huyeron de Siria".
MANCHA EN LA REPUTACIÓN DE EGIPTO
"Egipto, a día de hoy, está fracasando estrepitosamente a la hora de cumplir con sus obligaciones internacionales a la hora de proteger incluso a los refugiados más vulnerables. Esta negligencia es una mancha en su reputación y amenaza con deteriorar gravemente su imagen como actor clave en la región", ha sentenciado el responsable de AI.
AI denuncia también que los refugiados sirios son acusados habitualmente de complicidad con el depuesto presidente egipcio Mohamed Mursi y la ilegalizada organización de los Hermanos Musulmanes a la que pertenece el dirigente. Los refugiados son "inmediatamente estigmatizados" y están sujetos a los "ataques xenófobos de los medios".
Finalmente, la ONG critica el endurecimiento de las restricciones en la entrada de los refugiados, que están ahora obligados a obtener un visado y un certificado previo por el que garantizan que no suponen una amenaza de seguridad para Egipto; una política que a juicio de AI "envía el mensaje equivocado".
"Egipto debería ayudar a que los sirios se recuperen, no ponerles la zancadilla cada vez que tiene la oportunidad de hacerlo", ha apostillado Alí.