La querella dice que los pilotos se negaron a llevarlo por el estado en que lo tenían los agentes
BARCELONA, 14 May. (EUROPA PRESS) -
Un inmigrante de Guinea Bissau se ha querellado contra dos agentes de la Policía Nacional porque, según ha denunciado, lo trataron "como un animal" y le propinaron insultos racistas durante dos intentos de deportarlo desde el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de la Zona Franca de Barcelona.
En una atención a los medios este miércoles ante la Ciudad de la Justicia, Alfredo, que lleva casi nueve años en España, ha asegurado que en dos ocasiones --21 de diciembre de 2013 y 12 de enero de 2014-- los agentes lo llevaron al Aeropuerto de Barcelona para deportarlo pero, según su versión, los pilotos se negaron a llevarlo en la condiciones en que lo tenían los policías.
Según la querella, presentada este martes y a la que ha accedido Europa Press, el 21 de diciembre los agentes lo llevaron al aeropuerto y le ataron con correas y lo metieron en el avión "como si fuera un saco de patatas" en una furgoneta para llevarlo hasta la pista de aterrizaje.
Ya en el avión, el piloto, al ver el estado en el que se encontraba Alfredo, "se negó a llevarle y les dijo a los agentes que en ese avión no sería deportado" --siempre según la querella--, con lo que los policías lo condujeron de vuelta al CIE.
En el coche, uno de los agentes supuestamente le propinó insultos racistas: "Negro de mierda, te irás por las buenas o por las malas", y "si no te comportas bien para ir a tu país te vas a enterar", le dijo.
El 12 de enero los mismos agentes volvieron a intentar deportarlo y, tras atarlo con correas como si fuera un paquete, uno de ellos lo amenazó con que si gritaban le harían lo mismo de la vez anterior; dentro del avión lo ataron a una butaca y los policías se sentaron uno a cada lado.
PIDEN QUE TESTIFIQUEN LOS PILOTOS
Cuando Alfredo protestó porque no quería ser deportado, uno de los policías le dio "un bofetón en la cara", según la querella, y, después de que el piloto se negase a llevarlo, lo condujeron a la comisaría del mismo aeropuerto y le prepararon la documentación para su puesta en libertad --ya había cumplido los 60 días de estancia máxima en el CIE--.
"Le dejaron tirado delante del aeropuerto, delante de la Terminal 1, sobre las 23 horas", sostiene la querella, que acusa a los agentes de un delito contra la integridad moral; piden al juzgado que cite como imputados a los policías y, entre otros testigos, se cite a los pilotos.