Eduardo Parra - Europa Press
Dice que hay tres alternativas a las concertinas de las vallas de Ceuta y Melilla que garantizan más seguridad con medios no cruentos
MADRID, 15 Nov. (EUROPA PRESS) -
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha afirmado que es "inadecuado" el uso de la Ley de Seguridad Ciudadana, conocida como ley 'mordaza', para legislar sobre cuestiones relacionadas con la inmigración, como es el caso de las devoluciones sumarias de migrantes. Por ello, ha abogado por ubicar esta materia en el marco de la Ley de Extranjería.
En un desayuno informativo en Madrid organizado por Europa Press, el ministro ha explicado este jueves que la regulación de esa práctica "no está en la Ley de Seguridad Ciudadana como tal", sino que se utilizó esta ley para modificar la de Extranjería. Las devoluciones 'en caliente' fueron legalizadas a través de la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana en el año 2015 por el Gobierno del PP, que a través de una disposición adicional incorporó la figura de 'rechazo en frontera'.
Pero para el ministro, la regulación de estas prácticas deben enmarcarse en un debate sobre la modificación de la Ley de Extranjería. Preguntado sobre si el Gobierno mantendrá o no esta práctica en la frontera hispano marroquí, ha supeditado su decisión definitiva a la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), que condenó a España por la devolución sumaria de dos migrantes en Melilla en 2014. "Estamos a lo que resuelva el máximo órgano en materia de derechos y libertades", ha incidido.
TRES ALTERNATIVAS A LAS CONCERTINAS
Por otro lado, respecto a la sustitución de las concertinas situadas en las vallas ubicadas en las fronteras terrestres de Ceuta y de Melilla, ha dicho que Interior tiene tres alternativas contempladas en tres informes técnicos y que cualquiera de ellas garantiza más seguridad que la que existe actualmente. Asimismo, ha precisado que los tres escenarios incluyen "medios no cruentos".
El modelo definitivo de seguridad para las vallas fronterizas se decidirá en función de la relación entre seguridad y coste, según ha declarado el ministro, que ha remarcado que es un cambio "a futuro", no para hacer "cada año".
Según ha manifestado el ministro durante su intervención inicial, la "protección de los más vulnerables" es "una prioridad" para su departamento. En este punto, ha hecho hincapié en la labor que Salvamento Marítimo hace en las costas españolas ante el "drama humanitario" de la llegada de pateras, que este año alcanzan una cifra récord.
MEJORAS DEL GOBIERNO
"Tenemos la obligación de ofrecer un tratamiento acorde con nuestros principios", ha subrayado, para después destacar que el Gobierno ha mejorado "los recursos" para la recepción de los migrantes que llegan por mar.
En cualquier caso, ha puntualizado que el Gobierno está "mandando" un "mensaje claro" a las mafias que trafican con las personas, al tiempo que ha aseverado que no permitirá que se ponga "en riesgo" las fronteras. Según ha defendido, "no hay efecto llamada, es un efecto huida", y para gestionar los flujos migratorios "no hay mejor política" que el impulso de la cooperación en los países de origen y tránsito y la construcción de una política consensuada con la Unión Europea.
También ha recalcado los esfuerzos hechos por el Gobierno para paliar la carencia de recursos tecnológicos y humanos en la Oficina de Asilo y Refugio (OAR), la renovación de los Centros de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) y el "nuevos modelo" de Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) en el que está "trabajando" su departamento.
Respecto a las solicitudes de protección internacional, ha incidido en que a su llegada al Ministerio encontró "una oficina absolutamente desactualizada" sin capacidad de gestionar el aumento de peticiones que hay desde 2012. Por ello, se han creado 231 plazas de empleo nuevas para la OAR que "ya se están incorporando", al tiempo que se han destinado 2 millones de euros para actualizar el sistema informático.