Actualizado 17/02/2009 19:37

Sin Papeles.- Denuncian malos tratos, agresiones, poca higiene y poco control de enfermedades en CIE de Aluche (Madrid)

"Hay personas con graves problemas de tuberculosis y Sida dentro de la comunidad de detenidos", relata en una carta uno de los internos

MADRID, 17 Feb. (EUROPA PRESS) -

SOS Racismo Madrid, Ferrocarril Clandestino y Médicos del Mundo Madrid presentaron hoy una denuncia penal ante el Juzgado de Instrucción de plaza de Castilla por malos tratos, agresiones físicas, falta de higiene y escaso control de enfermedades en el Centro de Internamiento de Extranjeros de Aluche.

Estas entidades de apoyo a la inmigración presentaron hoy ante los tribunales el caso del ciudadano argelino Alí Khamel, presuntamente agredido físicamente por policías del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche. Las supuestas agresiones denunciadas fueron producidas a las 3.00 horas del 2 de febrero cuando descansaba en la celda y acarrearon al interno una doble fractura de brazo y otras contusiones.

Posteriormente, la denuncia relata que el detenido fue incomunicado en una celda de aislamiento, "sin constancia de su paradero desde el 9 de febrero". Los hechos fueron puestos en conocimiento de la Fiscalía y del Defensor del Pueblo.

"Este caso forma parte de una situación generalizada de vulneración de los derechos fundamentales de las personas detenidas en los centros de internamiento", señaló Gabriela desde SOS Racismo Madrid.

Entre las vulneraciones más reiteradas se cita hacinamiento, higiene deficitaria, desatención en el tratamiento y asistencia médica, falta de tutela judicial efectiva, malos tratos físicos y psicológicos, y régimen de visitas muy restrictivo y sin intimidad ni contacto físico, entre otros.

Un total de 61 internos comunicaron por escrito su situación a estas asociaciones en varias cartas a las que ha tenido acceso Europa Press. "Hemos notado constantemente que en la comida nos ponen sustancias que producen sueño, cansancio y mucha sed y sólo nos permiten estar en el salón 10 minutos. Es sabido que hay personas con graves problemas de tuberculosis y Sida dentro de la comunidad de detenidos, y personas con heridas y suturas que no son tratadas adecuadamente", relataba un interno en una de las mismas.

Otras hablan de la "falta de desinfección" de los aseos y de supuestos casos de agresiones. "El domingo 1 de febrero entraron en una celda y agredieron a dos compañeros árabes propinándoles tal paliza que al interno número 21 le fracturaron la mano y en la mañana del lunes nadie le había examinado", proseguía otro de los internos.

Además, asegura que cuando hay peleas en los Centros de Internamiento de Extranjeros "todos pagan el pato porque les resulta más fácil para ellos". "La tensión que se respira en el salón es insostenible, irrespirable y contagiosos. Existen trifulcas, pleitos y hasta golpes entre los internos por el teléfono porque apenas funcionan", añadió.

SOS Racismo Madrid, Ferrocarril Clandestino y Médicos del Mundo Madrid considera que en estos centros existe una falta de regulación legal que "ampara las deficiencias en la infraestructura, la falta de garantía de los derechos de los internos y la arbitrariedad con la que se gestionan por parte de la Policía Nacional y Ministerio del Interior".

Así, en otra de los textos un interno afirma que son "cogidos por sorpresa" si tratan de buscar un teléfono para avisar cuando son repatriados. "Hay personas que se niegan a ser expulsadas, puesto que tienen hijos y mujer y son la única entrada económica y de sustento para sus hogares y familias. Ha habido casos en los que son sometidos a chalecos de fuerza hasta tal punto de ser amordazados y ahogados para deportarlos", apuntó.

Por todo ello, un grupo de internos ha solicitado que la supervisión del funcionamiento de los CIE no sean llevados a cabo por el Cuerpo de Policía ni por organismos de seguridad del Estado; y requieren la presencia permanente de un delegado de los consulados, un asistente social, un supervisor permanente en defensa de los derechos humanos, atención psicológica y social y presencia de miembros de diferentes estamentos religiosos.

"Al señor director le hemos pasado escritos y no contesta ni se ve ningún cambio por parte de los agentes. Y yo me pregunto, ¿acaso cuando los ciudadanos de España tuvieron que emigrar a otros países, se los trató así, de la manera que nos están tratando a nosotros?", inquirió otro de los denunciantes.