MADRID, 3 Ago. (EUROPA PRESS) -
La expulsión del joven marroquí, que el pasado lunes denunció una agresión por parte de tres agentes de policía sin identificar en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche, ha sido paralizada por el momento, según han informado a Europa Press fuentes de la Delegación del Gobierno en la Comunidad de Madrid.
El acta de notificación de expulsión --con fecha 2 de agosto-- comunicaba al interno que se procedería a materializar su deportación a las 9.40 horas de este jueves 3 de agosto, en un vuelo con dirección a Marruecos.
Las citadas fuentes han aclarado que el joven está en España en situación irregular, y cuenta con una orden de expulsión firmada en abril y notificada el pasado 19 de mayo. El chico ingresó en el CIE de Aluche el 3 de julio.
Además, han asegurado que el joven marroquí tiene causas pendientes con la justicia y, por lo tanto, antecedentes penales. Por ello, han apuntado que el hecho de que se haya paralizado su expulsión ahora, no significa que no se le vaya a deportar.
"En el momento que se considere oportuno, se procederá a su expulsión", han insistido, para después añadir que "en ningún caso" se le enviará a su país de origen por los problemas que se hayan podido producir en el CIE de Aluche.
Un miembro de SOS Racismo Madrid presentó una denuncia el 1 de agosto ante el Juzgado de Guardia de Plaza de Castilla, en la que solicitaba que se investigara la supuesta agresión sufrida por un interno en el centro. Así, en su escrito de denuncia explicaba que había acudido en la mañana del martes al CIE, donde se había entrevistado con el interno, de origen marroquí. Durante el encuentro, le ha explicado que el lunes por la noche, sobre las 20.00 horas, se encontraba en el comedor para la cena, donde se servía pescado.
Según el texto, al que accedió Europa Press, el joven manifestó entonces que no quería comer pescado ante lo que el encargado de servir la comida le dijo que "entonces no cenaba" y al escucharlo "rozó una papelera que había cerca".
La denuncia prosigue relatando que ante este hecho el interno les ha contado que tres policías nacionales "sin portar encima la obligatoria plaza con el número indentificativo, llegaron y le propinaron una patada en la pierna, de la que tiene una herida visible" --como pudo ver el miembro de SOS Racismo--, un puñetazo en la oreja y diversos en la espalda.
"Anda visiblemente cojo", aseguraba el activista en el escrito, que añade que el chico indicó que hubo "muchos testigos" y que después de la agresión fue aislado en el pasillo de ingresos hasta la media noche, que fue enviado a su celda.
El activista apunta a continuación que las protestas que se dieron dentro del CIE de Aluche "vinieron a causa de esta agresión", ya que los compañeros del joven reclamaban su vuelta al comedor y que les dieran información de su estado.
"Ninguno de los demás internos cenó", apostilla, para después agregar que el chico acudió después al servicio médico del CIE donde le proporcionaron un ibuprofeno, pero no el informe médico con su diagnóstico.
SOS Racismo Madrid solicitaba que se investigaran los hechos y, en su caso, se identificara a los responsables; que el médico forense emitiera un informe médico sobre las lesiones del joven; que se reclamara al director del centro las grabaciones de las cámaras de seguridad; y que se tomara declaración a los testigos. Además, pedía la suspensión de las expulsiones de España del joven y de los testigos que presenciaron los hechos. El chico recibió ayer la notificación para su expulsión, que finalmente ha sido paralizada.