MADRID, 28 Dic. (EUROPA PRESS) -
Más de 114 millones de personas en el mundo se han visto forzadas a huir de sus hogares y se ven obligadas a vivir en un campo de refugiados durante años e incluso décadas, de ahí la importancia del trabajo de agencias y organismos internacionales como ACNUR Comité Español.
Desde finales de los 60, ACNUR cuenta con una representación en España (EACNUR) cuyo mandato es velar por el respeto y la protección internacional de las personas refugiadas, desplazadas y solicitantes de asilo.
Para ello cuenta con un equipo legal, de comunicación y relaciones externas, que trabaja con gobiernos, ONG y entidades, proporcionando asesoramiento, formación y promoviendo programas de reasentamiento, reunificación familiar e integración de las personas refugiadas en España.
LA REALIDAD DE LOS REFUGIADOS
72 horas son suficientes para enviar ayuda a cualquier lugar del mundo y ayudar a ese 1% de la población en el mundo que se encuentra desplazada por los conflictos y la violencia.
La provisión de refugio es una de las principales actividades de EACNUR, que trabaja para dar un nuevo hogar a millones de personas que lo han perdido todo, una tarea que no es nada fácil y cuyos retos se multiplican cada año a medida que las cifras de desplazamiento mundial se disparan. En este sentido, alertan de que, con más de 114 millones de personas desplazadas en el mundo, existe una necesidad creciente de financiación para poder dar asistencia y ayuda al refugiado en los distintos puntos del planeta.
Por ejemplo, los refugiados de Kosovo en Albania estuvieron en el campo cerca de tres meses mientras que los de Somalia viven en los campos de Kenia desde 1991. Por todo ello, ACNUR Comité Español cuenta con almacenes logísticos en varios puntos del planeta que permiten entregar tiendas y materiales básicos de ayuda humanitaria en cuestión de horas cuando se producen emergencias.
© ACNUR_Colin Delfosse
Además, para aquellas personas que viven en campos de refugiados, preparan programas especiales destinados a ofrecer un alojamiento permanente y digno, así como opciones de integración en el país de acogida. A su vez, los refugiados no solo necesitan un lugar en el que dormir, sino también alimentos y asistencia médica, por eso, los campos de refugiados cuentan con distintas modalidades de refugio que se adapten al entorno y a las necesidades de las familias. Materiales básicos como mantas, colchones, artículos para cocinar, calefactores, lámparas solares o cubos para recoger agua, son indispensables en estos lugares.
Los campos de refugiados representan una respuesta imprescindible pero provisional ante la crisis de refugiados. En la actualidad, la imperante necesidad de hallar soluciones permanentes y sostenibles para estas personas es más crucial que nunca.