Jóvenes voluntarios de distintas delegaciones de Manos Unidas - MANOS UNIDAS
MADRID, 19 Sep. (EUROPA PRESS) -
Jóvenes voluntarios de distintas delegaciones de Manos Unidas visitaron en julio algunos de los proyectos en los que la ONG trabaja en Marruecos, con el objetivo de profundizar en la formación en Educación para el Desarrollo de estos jóvenes y específicamente en la cuestión de la inmigración y sus implicaciones sociales.
"Se juegan la vida para alcanzar su sueño de una vida mejor y mueren ahogadas en su intento de alcanzar las costas españolas", señala Irene Rodríguez, voluntaria de la delegación de Alcalá de Henares, quien lamenta que esta realidad "no tenga la repercusión que debería".
Durante una semana de este verano, los jóvenes voluntarios de nueve delegaciones de la ONG han participado en una experiencia única que les ha acercado a los proyectos que Manos Unidas apoya en Nador (Marruecos), ciudad estratégica en los procesos migratorios de África a España. En esta ocasión han tenido la oportunidad de conocer desde dentro los talleres que ofrece el Centro Baraka y a algunas de las personas que lo hacen posible.
No obstante, Nador no ha sido el único destino que los nueve jóvenes voluntarios han visitado a lo largo de la experiencia. Conocer la realidad de la valla de Melilla y de los invernaderos de Almería han sido clave para que estos jóvenes "terminaran la actividad con una visión más completa sobre la cuestión migratoria".
"Queríamos hacer una experiencia que permitiera analizar un tema específico con cierta profundidad y hacerlo con una mirada local y con una mirada global, No se trata solo de viajar y conocer el proyecto en el terreno; primero nos hemos puesto a trabajar sobre la cuestión migratoria dentro de nuestro propio país y desde ahí hemos tocado los efectos de la realidad migratoria", apunta el coordinador del Departamento de Campañas, Incidencia y Trabajo en Red de Manos Unidas y organizador de la experiencia, Marco Gordillo.
En referencia al terremoto que ha asolado Marruecos, la voluntaria Irene Rodríguez, participante de 'Abriendo Fronteras: Migraciones, sueños y dignidad humana', subraya que los desastres naturales "no tienen el mismo impacto dependiendo de donde se produzcan". "Eso, en este caso, se traduce en miles de pérdidas humanas", apunta.
Tras la experiencia, en la que los jóvenes de Manos Unidas han tenido la oportunidad de acercarse a la realidad de la migración tanto en su origen (Nador) como en las etapas posteriores (Melilla y Almería), Rodríguez lamenta que la reacción ante el sufrimiento de estas personas, "que se juegan la vida para alcanzar su sueño de una vida mejor y mueren ahogadas en el mar en su intento de alcanzar las costas españolas, no tenga la repercusión que debería".
PROTEGER LA DIGNIDAD DE TODAS LAS PERSONAS
"Es como si estuviéramos hablando de ciudadanos de primera y de segunda. 'Abriendo fronteras' me ha hecho darme cuenta de que ambas situaciones requieren que pongamos todo nuestro corazón tanto dentro como fuera de España para proteger la dignidad de todas las personas, sean quienes sean y estén donde estén", concluye la joven voluntaria.
Aunque esta no es la primera vez que la ONG organiza actividades con jóvenes, sí que es la primera que les ha acercado al trabajo de Manos Unidas en el terreno y que les ha permitido entender la realidad de los migrantes persiguiendo un futuro mejor.
"La experiencia vivida ha sido muy enriquecedora, un golpe de realidad que me ha abierto los ojos, ayudándome a reforzar aún más mi compromiso con Manos Unidas", asegura Ane Larrea Ibáñez, voluntaria de Manos Unidas en la Delegación de Castellón, tras su paso por Almería, Melilla y Nador.
La joven ha agregado que, gracias a los testimonios que han tenido la oportunidad de escuchar, hoy puede "entender mejor lo que es la migración y sobre todo lo que sienten los migrantes". "Tienen nuestros mismos derechos", concluye.