MADRID, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -
A las víctimas de violaciones y de violencia sexual en todo el mundo se les niega el acceso a la Justicia debido a la discriminación por su género y a las suposiciones sobre el comportamiento sexual de las víctimas de violación, según afirmó este lunes la organización Amnistía Internacional (AI) en dos informes regionales para celebrar el Día Internacional de la Mujer.
"En los países pobres y ricos por igual, las mujeres que sufren violaciones o abusos sexuales tienen pocas oportunidades de ver cómo sus atacantes se enfrentan a la Justicia", afirmó la directora general de Derecho Internacional, Política y Campañas en AI, Widney Brown. "Es chocante que el siglo XXI, con tantas leyes diseñadas para asegurar la igualdad de las mujeres, que prácticamente todos los Gobiernos fracasen en proteger a las mujeres o asegurar que sus atacantes responden por sus delitos", añadió.
Los informes de AI muestran que las víctimas de abuso sexual y de violencia doméstica que buscan reparación por parte de la Justicia se enfrentan a numerosos obstáculos, como respuestas inadecuadas o negativas por parte de Policías, jueces y médicos.
"A menos que la violencia sexual esté acompañada por la violencia física, sencillamente no se toma en serio", prosiguió Brown. "Una mujer que sobrevive a una violación sin heridas físicas significativas suele ser estigmatizada o se la hace responsable por un delito cometido contra ella, mientras que el violador a menudo se enfrenta a una sanción limitada, si es que la hay", aseveró.
Aunque los sistemas judiciales de los diferentes países varían, AI afirma que todos contienen vacíos legales y discrepancias que desaniman a las mujeres a la hora de buscar Justicia por los delitos que se cometen contra ellas.
Así, en los países nórdicos, es el uso de la violencia o las amenazas de violencia lo que determina la gravedad de la violación y no el propio quebrantamiento de la autonomía sexual de la mujer. El informe 'Caso cerrado. Violación sexual y Derechos Humanos en los países nórdicos' documenta un caso en Finlandia en el que un hombre había obligado a una mujer a tener relaciones sexuales en unos servicios públicos, golpeándole la cabeza contra la pared y retorciéndole el brazo detrás de la espalda, según AI.
En opinión de la Fiscalía, no se trataba de una violación porque la violencia empleada había sido de carácter leve, por lo que se declaró al hombre culpable de coacción para mantener relaciones sexuales y se le impuso una condena condicional de siete meses de cárcel. En comparación, la negativa a realizar el servicio militar obligatorio y el servicio civil alternativo es punible en Finlandia con un mínimo de seis meses de cárcel.
BARRERA PARA CONSEGUIR LA IGUALDAD
Por otro lado, en Camboya las mujeres no confían en el sistema judicial. Los gastos asociados a los trámites policiales disuaden a las mujeres de emprender acciones, y también se suele pedir a las víctimas que paguen un soborno para que la Policía inicie la investigación. También es habitual que les reclamen dinero para gastos médicos, transporte y llamadas telefónicas durante la investigación policial.
"Para demasiadas mujeres, su experiencia del sistema de justicia supone un agravamiento de la violencia y los abusos sufridos inicialmente", denunció Brown. "Cada vez que un agresor queda sin castigo debido a estas deficiencias, es señal de que las autoridades son indiferentes a la difícil situación de las víctimas de violencia sexual", aseveró.
La violencia contra las mujeres sigue siendo una de las barreras más significativas y predominantes para alcanzar la igualdad de género. Por ello, Amnistía pide a los gobiernos que ejerzan la diligencia debida para prevenir, investigar y castigar los actos de violencia. Y para ello, asegura la organización, es imprescindible garantizar que las mujeres que han sido objeto de violencia tienen acceso a la justicia y a un recurso efectivo para obtener una compensación por los daños sufridos.