Diouf propone una mayor inversión en infraestructuras agrícolas y defiende el papel de la agroindustria para afrontar la crisis
NUEVA DELHI, 9 Abr. (Reuters/EP) -
Los disturbios por la comida que se han registrado en varios países pobres podrían extenderse ante la escasez y los altos precios que parece que continuarán por algún tiempo, según advirtió este miércoles el director de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Jacques Diouf, que instó a adoptar medidas urgentes para evitarlo.
Diouf, que participó hoy en Nueva Delhi en el primer Foro Mundial sobre Agroindustrias, advirtió de que existe un riesgo creciente de inestabilidad social en los países donde las familias gastan más de la mitad de sus ingresos en comida. "El problema es muy serio en todo el mundo por las fuertes subidas de precios y hemos visto ya disturbios en Egipto, Camerún, Haití y Burkina Faso", subrayó ante la prensa.
Cinco personas han sido asesinadas en una semana de protestas en Haití por los altos precios de la comida en el país más pobre de América, mientras que los sindicatos de Burkina Faso han convocado a una huelga nacional por el coste de alimentos y combustibles.
"Existe el riesgo de que este descontento se extienda a países donde el 50 o el 60 por ciento de los ingresos van a los alimentos", advirtió Diouf, precisando que los 'stocks' mundiales de cereal eran suficientes para hacer frente a la demanda durante entre ocho y doce semanas y los suministros de grano son los más bajos desde los años 80.
"Esto se debe a una mayor demanda de países como India y China, donde el PIB crece al 8-10 por ciento y el incremento de los ingresos va a comida", explicó Diouf tras reunirse con el ministro de Agricultura indio, Sharad Pawar. El máximo responsable de la FAO indicó que está aconsejando a los gobiernos que inviertan en riego, instalaciones para el almacenaje e infraestructura rural e incremento de la productividad para afrontar el desafío de la escasez de alimentos.
Durante su intervención en el Foro, Diouf advirtió de que se necesitan medidas urgentes para evitar que los efectos adversos a corto plazo de la subida de los precios alimentarios afecten a los más pobres de forma todavía más alarmante. En este sentido, destacó el importante papel que la agroindustria ha de desempeñar a la hora de solucionar este problema.
SUBIDA DE LOS PRECIOS MUNDIALES
"Los precios mundiales de los alimentos han aumentado un 45 por ciento en los últimos nueve meses y hay una grave escasez de arroz, trigo y maíz", subrayó Diouf. Según la FAO, una combinación de factores, como una menor producción debida al cambio climático, reservas con niveles históricamente bajos, mayor consumo de carne y productos lácteos en países emergentes, mayor demanda para la producción de biocombustibles y un mayor coste de la energía y el transporte, han originado estas subidas del precio de los alimentos.
Por su parte, el director general de la Organización de Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), Kandeh K. Yumkella, resaltó que "el cambio climático ejercerá una gran presión sobre la capacidad del planeta de alimentar a una población en continuo crecimiento".
"Ello supondrá nuevas amenazas para las tierras cultivables, la cría de ganado y la pesca, como sequías, falta de agua y contaminación de la tierra, el aire y el mar", añadió, recordando que "la producción agrícola y ganadera nos proporciona la materia prima básica para la existencia humana, en especial los alimentos".
En este sentido, el presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), Lennart Bage, hizo hincapié en que en años recientes un cierto número de países en desarrollo se han convertido en importadores netos de alimentos. En Bangladesh y Zambia, por ejemplo, dijo, cerca del 40% de la población está desnutrida. "El alza rápida y explosiva de los precios alimentarios está empeorando su situación", añadió.
MAYOR INVERSIÓN EN AGRICULTURA
"Con mayores inversiones en agricultura y desarrollo rural, los 400 millones de pequeños agricultores del mundo podrían movilizar su potencial infrautilizado, no sólo para mejorar su propia nutrición e ingresos, sino para mejorar la seguridad alimentaria a nivel nacional y el crecimiento económico global", subrayó.
Según Diouf, "resulta fundamental aumentar la inversión agrícola en el control e infraestructuras de los recursos hídricos y para facilitar a los pequeños agricultores el acceso a insumos, de forma que puedan aumentar su productividad".
El director de la FAO también hizo hincapié en la importancia de una comercialización y procesos de elaboración eficaces de los productos agrícolas. "La agroindustria ayuda a conservar los productos alimentarios, añade valor y reduce las pérdidas tras la cosecha y permite transportar a los alimentos a mayor distancia, incluyendo a las ciudades en rápido crecimiento".
"La agroindustria genera demanda para los productos agrícolas y tiene un enorme potencial para el empleo rural no agrícola. También añade un importante valor a la producción agrícola, tanto para el mercado nacional como el de exportación", agregó.
No obstante, los responsables de las agencias de la ONU advirtieron de que los beneficios del desarrollo agroindustrial pueden no ser compartidos por todo el mundo, ya que en algunos países, las pequeñas empresas agrícolas están afrontando dificultades. Los aranceles aduaneros, las barreras no arancelarias, los requisitos de calidad y certificación y los volúmenes de exportación requeridos son grandes obstáculos para muchos pequeños exportadores, explica la FAO en un comunicado.
El Foro Mundial sobre Agroindustrias, que se celebra del 8 al 11 de abril, reúne a más de 500 participantes de 120 países. Están representados tanto el sector público como el privado, así como diversas ONG y organizaciones agrícolas.