MADRID, 16 Abr. (EUROPA PRESS) -
Greenpeace alertó hoy de que la explotación forestal de los bosques boreales de Canadá favorece la emisión de gases de efecto invernadero y la reducción del almacenamiento de carbono, con el consiguiente agravamiento del calentamiento global, según indicó la organización ecologista en un comunciado.
"Si este ciclo vicioso no se controla, podría culminar en un repentino y masivo estallido de gases de efecto invernadero, que podríamos llamar 'bomba climática'", advirtió Greenpeace con motivo de la presentación de su informe 'Sube la temperatura: El calentamiento global y la degradación del bosque boreal canadiense'.
Los bosques de Canadá almacenan 186 millones de toneladas de carbón, lo que equivale a 27 veces la emisión mundial de combustibles fósiles del mundo, se lee en el informe. La destrucción de los bosques o la quema de las turberas podría liberar más carbono (CO2), causando una subida "desastrosa" en las emisiones globales, añadió.
El informe, realizado a partir de datos científicos de los años noventa, concluye que las áreas de bosque primario boreal deberían ser zonas donde no se permitiera la tala ni otras actividades industriales, especialmente en las regiones del sureste por su riqueza biológica.
La organización advierte también de que estas actividades están haciendo a los propios bosques más susceptibles a los impactos de calentamiento global, como los incendios forestales y el ataque de plagas, que también acaban siendo fuentes emisoras de gases de efecto invernadero.
"La mejor contribución de Canadá a la lucha contra el cambio climático es la protección de lo que queda de los bosques boreales", señaló la responsable de la campaña de bosques de Greenpeace en Canadá, Christy Ferguson.