SEVILLA 19 Ene. (EUROPA PRESS) -
La consejera para la Igualdad y el Bienestar Social de la Junta de Andalucía, Micaela Navarro, indicó hoy en relación con el balance anual sobre violencia de género presentado hoy en Madrid que los jueces tienen que ser "estrictos" para asegurar que los menores no sufren ningún tipo de violencia.
En declaraciones a los periodistas posteriores a su participación en la clausura del encuentro 'Mujer y Economía Social: Historias que dan vida', organizado por Cepes Andalucía, Navarro afirmó que el Gobierno español hará hincapié en desarrollar programas de atención psicológica dirigidos de manera específica a los menores hijos de mujeres maltratadas, ya que la violencia de género tiene una "clara influencia en los hijos".
Según la consejera, "tan perjudicial es para los menores ser agredidos de forma directa como verse obligados a presenciar cómo se ejerce violencia contra sus madres, ya que llegan a interiorizar que ésa es la forma de relacionarse y convivir de las personas adultas".
Asimismo, destacó que "aunque los representantes del poder judicial en España son estrictos en esta materia, hay sentencias que se salen de lo habitual y sobre las que hay que seguir llamando la atención". Por ello, señaló que los jueces "deben de tener una gran sensibilidad y preservar el derecho de los menores a no sufrir ningún tipo de violencia y tener en cuenta de que para éstos es muy violento tener que ver cada fin de semana a la persona que ha agredido a su madre permanentemente".
Otra de las líneas prioritarias de actuación del Gobierno será, según Navarro, asegurar que las campañas de prevención llegan a las mujeres inmigrantes con el objetivo de animarlas a denunciar la situación de violencia que sufren, pues "una gran parte de las mujeres asesinadas este año no contaban con ningún tipo de protección porque no habían presentado ninguna denuncia".
No obstante, la consejera, quien indicó que en noviembre de 2008 había presentadas en Andalucía más de 9.000 denuncias, aseguró que ha aumentado de forma "importante" el número de denuncias de mujeres inmigrantes que estaban siendo maltratadas y no se atrevían a dar el paso definitivo.
Por último, consideró que para conseguir la rehabilitación de los maltratadores "primero, los agresores tienen que tomar conciencia de que tienen un problema", algo que "no es fácil, porque normalmente, se trata de personas cobardes que sólo son agresivos con su pareja y no saben resolver sus conflictos a través del diálogo".
Además, señaló que "no apoyará nunca que se cambie la condena impuesta a un maltratador por un programa de rehabilitación", a pesar de reconocer que "hay que trabajar con ellos, porque tarde o temprano volverán a salir a la calle y tener otra pareja".
"Soy partidaria de que, como cualquier persona que tiene una condena en prisión, los maltratadores cuenten con los recursos suficientes para su rehabilitación o que ésta se intente cuando una persona que no ha cometido un delito reconozca que tiene un problema y que puede ser potencialmente un agresor", dijo la consejera.
Cerca del 30 por ciento de los hombres que asesinaron a sus parejas en 2008 tenían antecedentes por violencia de género, según el balance anual presentado hoy en Madrid por el delegado del Gobierno en la materia, Miguel Lorente.
En concreto, en el 21,4 por ciento de los casos el asesino tenía antecedentes (sentencias o denuncias) por violencia de género sobre la misma mujer, mientras que el 7,1 por cierto registraban antecedentes de violencia contra una víctima distinta de la asesinada.