Niño Busca Agua En Un Pozo Medio Seco En Chad. Crisis Alimentaria. Hambruna.
Foto: IVE

Las agencias humanitarias temen que una posible fatiga de los donantes y la débil recuperación impidan alcanzar los objetivos

   DAKAR, 3 Feb. (Reuters/EP) -

   Naciones Unidas ha pedido este lunes un total de 2.000 millones de dólares --casi 1.500 millones de euros-- en 2014 para ofrecer la asistencia alimentaria que necesitan más de 20 millones de personas a lo largo del cinturón del Sahel.

   No obstante, las agencias humanitarias temen que los países donantes se fatiguen y que, junto a la débil recuperación global, supongan dos grandes obstáculos para alcanzar los objetivos.

   La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha advertido de que los conflictos armados en Malí, Nigeria, Sudán o República Centroafricana (RCA) han desequilibrado los mercados y han provocado fuertes carencias alimentarias a lo largo de la región.

   Los conflictos armados se suman a los ya habituales problemas climáticos del Sahel, una región semiárida que abarca desde el océano Atlántico hacia el este hasta el mar Rojo, y han pesado en los esfuerzos de la ONU por proteger a los refugiados.

   Más de 1,6 millones de personas han tenido que abandonar sus viviendas, y la mitad de ellos se encuentran en países como Mauritania, Burkina Faso, Níger y Chad, países que también están bajo presión. El impacto que este movimiento ha tenido en la producción local de alimentos hace más difícil a los países alimentar a su propia población.

   El coordinador humanitario de la ONU para la región del Sahel, Robert Piper, ha advertido de que la financiación podría reducirse debido a la lenta recuperación económica a nivel global y, sobre todo, a la fatiga de los donantes después de que la agencia pidiera 6.500 millones de dólares --más de 4.800 millones de euros-- para Siria, la mayor petición de ayuda lanzada en la historia de la ONU.

   Los donantes sólo alcanzaron el 60 por ciento de la petición de Naciones Unidas para el Sahel, de 1.720 millones de dólares --1.274 millones de dólares--, en 2013.

"AHORA O NUNCA"

   Piper ha advertido de que la solución para el Sahel tendrá lugar "ahora o nunca". "Es el año en que vemos que se puede convertir la teoría en práctica y que los trabajadores humanitarios puedan trabajar conjuntamente con los gobiernos nacionales y dar la vuelta a esta tendencia que ha empeorado año tras año", ha asegurado.

   La inseguridad alimentaria se ha duplicado durante el último año en  una región que se enfrenta cíclicamente a inundaciones y sequías que traen consigo numerosas plagas de langostas y epidemias.

   Los países de la región presentan desafíos muy diferentes. Por una parte, Nigeria tiene altísimos niveles de malnutrición y un serio riesgo de hambrunas y el conflicto armado dificulta que se puedan abordar estos problemas. Por otro lado, Senegal, que también se encuentra ante problemas alimentarios similares, es un país que no tiene ningún conflicto. Sin embargo, el Gobierno no considera la inseguridad alimentario como una prioridad.

   La región del Sahel ha visto un incremento marginal en sus cosechas comparado con la media de los últimos cinco años, pero los efectos positivos se han visto empañados por otro problema al que se enfrentan los trabajadores humanitarios: el crecimiento poblacional, que ha provocado que, a pesar de la mejora de las cosechas, haya un 13 por ciento menos de alimentos a repartir.

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