EUROPA PRESS
MADRID, 16 Feb. (EUROPA PRESS) -
Las listas de espera, el copago de los usuarios, la falta de financiación y de personal cualificado son algunas de las principales dificultades del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) a las personas en situación de dependencia, mayores y personas con discapacidad, según un estudio de las fundaciones Pilares, Caser y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), presentado este martes 16 de febrero.
Estas es de las conclusiones del documento titulado 'La situación del SAD en el ámbito local y perspectivas de futuro', que incorpora una encuesta a 387 ayuntamientos de municipios con más de 5.000 habitantes, con algunas preguntas dirigidas a los técnicos sobre las prestaciones de este servicio.
Este informe recuerda la definición del SAD: "Programa personalizado, de carácter preventivo y rehabilitador, en el que se articulan un conjunto de servicios y técnicas de intervención profesionales consistentes en atención personal (física y psicosocial), gestión y funcionamiento de la unidad convivencial, fomento de las relaciones sociales en el entorno y apoyo a las familias, prestado en el domicilio de una persona en situación de fragilidad o de dependencia".
El trabajo señala que el recorte en los presupuestos y las subvenciones en 2012 y 2013 ha hecho que el servicio disminuya su intensidad y no se cubran satisfactoriamente las necesidades de los usuarios y advierte de la necesidad de dotarlo con mayor frecuencia, en especial los fines de semana.
Además, en casos de personas con graves situaciones de dependencia la ayuda a domicilio no cubre las necesidades de atención, tanto por el tiempo y frecuencia de la prestación, como por las tareas a desarrollar; y en la mayoría de los municipios la demanda es mayor que la oferta, por lo que se producen listas de espera por falta de capacidad presupuestaria.
Sobre el copago, los ayuntamientos indican que es necesaria su reducción o, incluso, expandir el margen de gratuidad de la ayuda a domicilio, pues, según explican, "el bajo poder adquisitivo de muchos de los usuarios hace imposible que puedan abonar el copago correspondiente, lo que hace que numerosas personas y familias rechacen el servicio o que no puedan acceder a él.
En un 70% de los ayuntamientos existe copago por parte del usuario. No obstante, entre esos municipios donde se da el copago, un 75% de ellos presta el servicio de manera gratuita cuando en la familia no se alcanza un umbral de ingresos determinado.
También alertan de la dificultad para controlar la calidad del SAD por el ámbito privado en el que se desarrolla y la lejanía de la empresa proveedora, del escaso número de profesionales y de auxiliares fijos, lo cual también tiene un impacto en la calidad, y de la falta de una mayor formación del personal para atender casos delicados.
Las tareas domésticas y cuidados personales son el tipo de apoyos que se proporcionan a la mayoría de las personas usuarias. De hecho, el 45% los reciben de manera combinada, un 25% reciben atención sólo para las tareas del hogar y otro 26% únicamente en cuidados personales. La ayuda requerida para acompañar dentro o fuera de la casa, está mucho menos presente, con apenas un 3,9%.
AYUDAS ECONÓMICAS FRENTE A LA AYUDA A DOMICILIO
Lo que resulta "más destacable" en la aplicación de la Ley de Dependencia para los autores del estudio es el predominio de las prestaciones económicas para cuidados en el entorno familiar, que se conceden a las personas en situación de dependencia que optan por ser atendidos por alguna persona de la familia, a la cual se la exige reunir una serie de condiciones de idoneidad. El 42,52%de todas las prestaciones, en el conjunto de España.
"Como principales consecuencias de la proliferación de estas ayudas económicas cabe señalar la falta de control sobre la calidad de los cuidados prestados y la falta de profesionalización de la atención", advierten, para añadir que es una "asignatura pendiente" el aumento de la formación de los cuidadores.