Actualizado 15/06/2009 20:45

La Tierra "no morirá" tan pronto como se esperaba

MADRID 15 Jun. (EUROPA PRESS) -

La vida en la Tierra "no morirá" tan pronto como estaba previsto por los científicos y su extensión de vida, de hasta miles de millones de años, a juicio de expertos norteamericanos dobla, además, las probabilidades de que exista vida en otros planetas.

En un principio, los científicos habían previsto una "extinción masiva" en la Tierra por culpa de la creciente radiación solar, que iba a generar un calentamiento global "letal" y que arrasaría con el dióxido de carbono, alimento para las plantas, la erosión de las rocas, la evaporación de los océanos; en definitiva, con toda la vida en la Tierra.

Esta nueva hipótesis que alarga la esperanza de vida de la Tierra, publicada en 'PNAS' el pasado 1 de junio, se basa en que el planeta mantiene las temperaturas de su superficie a pesar del efecto invernadero.

"Aunque especialmente el vapor de agua, el dióxido de carbono y el metano se han convertido en los villanos en este escenario del cambio climático, son esenciales para que exista vida en la Tierra porque actúan como una capa aislante en la atmósfera que absorbe y emana radiación termal, manteniendo la superficie caliente", explican los expertos del California Institute of Technology (Caltech), autores del informe.

Así, señalan que, como el Sol "ha madurado" en los últimos 4,5 mil millones de años, se ha convertido en más brillante y caliente, incrementando de esta forma las radiaciones solares recibidas por la Tierra. Además, apuntan que el planeta ha podido arreglárselas con la reducción del dióxido de carbono en la atmósfera, disminuyendo de esta manera los efectos del cambio climático.

Igualmente, explican que, aunque de momento existe solución, el problema "está cerca" ya que el planeta está llegando a un punto en el que no dispone del dióxido de carbono suficiente para poder regular las temperaturas.

En este sentido, los expertos indican que la solución se encuentra en reducir "sustancialmente" el total de la presión atmosférica removiendo cantidades masivas de nitrógeno molecular, un gas que no es radioactivo y que conforma el setenta por ciento de los gases de la atmósfera.

"Esta situación regularía las temperaturas de la superficie terrestre y permitiría al dióxido de carbono permanecer en la atmósfera para apoyar a la vida y alargarla hasta en 1,3 mil millones de años más", concluyen los especialistas.