MADRID, 3 Oct. (EUROPA PRESS) -
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, reconoció hoy que ha habido contactos diplomáticos entre los Gobiernos de Italia y España previos a las matizaciones que han llegado hoy de Roma a las polémicas declaraciones del ministro italiano del Interior, Roberto Maroni, sobre la política de inmigración española.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, De la Vega admitió que el secretario de Estado para la UE, Diego López Garrido, ha hablado con responsables del Ministerio italiano de Exteriores tras las declaraciones de Maroni, pero remarcó que la cuestión ha quedado "aclarada".
De la Vega resaltó por otra parte que el Gobierno rumano ha negado los datos ofrecidos por Maroni, con respecto a que en la actualidad en Italia hay "menos" gitanos de los que pensaban y que cifraban en 120.000 porque muchos de ellos se han ido a la "permisiva" España.
La portavoz del Ejecutivo recordó que la política de inmigración española promueve una inmigración "legal y ordenada", que "respeta a los ciudadanos pero que está ligada al mercado laboral", en la que "se prioriza el trabajo en los países de origen" y "lucha contra las mafias y contra la inmigración irregular de forma eficaz". Además, subrayó, el Gobierno español ha promovido una "política común en el ámbito de la UE que combine todos estos elementos".
El Ministerio italiano de Exteriores publicó hoy un comunicado en el que destacó que "Italia y España comparten sustancialmente las prioridades y las elecciones fundamentales, también en el terreno de la colaboración europea, para hacer frente al fenómeno de la inmigración".
No obstante, la Farnesina reconoce que, "como es sabido, en este tema existen escenarios políticos internos de los dos países, sensibilidades políticas articuladas y pluralistas". Pero, subraya, esta "diferencia de tonos y aproximaciones, que son expresión de la legítima diversidad de lectura de un fenómeno complejo como la inmigración, no ponen en discusión la oportunidad de una cooperación eficaz y funcional a nivel intergubernamental".
De hecho, prosigue el Ministerio de Exteriores italiano, "la demostración de la convergencia de fondo" la demuestra el hecho de que "en la definición de las políticas comunes europeas --instrumento privilegiado para gobernar los flujos migratorios a nivel global--, Roma y Madrid siempre han votado al unísono".
Por último, el Gobierno italiano quiere subrayar también la "concordancia de puntos de vista" entre los dos países en relación con el Pacto Europeo de Inmigración.