NUEVA YORK, 28 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Antonio Guterres, ha pedido a los vecinos de Siria que mantengan abiertas sus fronteras para los ciudadanos que decidan abandonar el país a causa de la guerra civil, ante los rumores sobre la inminencia de un ataque estadounidense contra el régimen de Bashar al Assad.
"Siria puede estar al borde del abismo. Esta guerra ha resultado en una calamidad humanitaria sin precedentes en la historia reciente, Y cuando una guerra barre así una nación, no hay nada más importante para su pueblo que fronteras abiertas", ha dicho Guterres.
Por su parte, el director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PAM), Ertharin Cousin, ha instado a la comunidad internacional "a unirse para garantizar que la violencia acaba y que comienza la curación en Siria".
Guterres y Cousin han hecho este llamamiento desde Bagdad, donde se encuentran de visita oficial. Actualmente, Irak acoge a unos 200.000 refugiados sirios. Otros países afectados por la ola migratoria son Jordania, Líbano y Turquía.
ESCALADA DE TENSIÓN
La ONU ha hecho esta solicitud en medio de la escalada de tensión que comenzó cuando Estados Unidos y sus aliados reafirmaron que mantienen "todas las opciones" y que sus Fuerzas Armadas están preparadas para llevarlas a cabo.
Fuentes del Gobierno estadounidense han aseverado a la cadena NBC que el ataque contra Siria podría lanzarse "tan pronto como este jueves" y que duraría "tres días". El objetivo principal sería mandar un mensaje al régimen de Al Assad, por lo que tendría un alcance limitado.
En este contexto, Al Assad ha negado otra vez que su Gobierno haya usado armas químicas en la guerra civil, indicando de que tales acusaciones son de "carácter político", y ha alertado a Occidente de que, si invade el país árabe, "le espera el fracaso.
ATAQUE QUÍMICO
Las alarmas saltaron el pasado 21 de agosto, cuando las tropas gubernamentales lanzaron un ataque químico sobre Damasco dejando cientos de muertos y miles de afectado, según han denunciado activistas y opositores.
Este supuesto ataque químico ha activado el engranaje de la política internacional permitiendo que, tras meses de espera, finalmente un grupo de expertos de Naciones Unidas llegara a Siria para investigar estas denuncias sobre el terreno.
El Gobierno sirio ha dado su visto bueno, permitiendo el acceso irrestricto de los expertos de la ONU a todo el territorio, a pesar de que hasta ahora se había negado a que investigaran también las denuncias de la oposición.