Manifestación 7N contra la violencia machista
EUROPA PRESS

   En España se producen más de tres violaciones al día, pero estos delitos no se consideran oficialmente violencia machista

   MADRID, 24 Nov. (EUROPA PRESS) -

   Las agresiones sexuales, la trata con fines de esclavitud, el matrimonio forzoso o la mutilación genital femenina son formas de violencia sobre la mujer que por tener lugar fuera del ámbito de la pareja no figuran en la Ley Integral de Medidas contra la Violencia de Género, un esfuerzo que tendrá que realizar España en la próxima legislatura para cumplir el Convenio de Estambul ratificado en 2014 y las recomendaciones de la ONU, que pide al Estado ambición en este sentido.

   La actual Ley Integral nació en el año 2004 a propuesta del PSOE y fue aprobada por unanimidad de todos los partidos en el Congreso. Se decidió entonces poner el foco en la violencia que acontece dentro del ámbito de la relación de pareja por ser la más extendida en España y también la más silenciada. Diez años después, hay cuórum en las organizaciones sociales y los principales partidos sobre la necesidad de recoger otras manifestaciones violentas de la misma desigualdad.

   "Es bueno hacerlo ahora --comenta el exdelegado del Gobierno para la Violencia de Género, Miguel Lorente--, antes no lo habría sido tanto. Si hubiésemos introducido violencias en apariencia tan distintas como la mutilación genital o la agresión sexual habría habido mucha más confusión y no habría permitido lo que hemos conseguido ahora, que es tomar conciencia de que la violencia de cada uno de los maltratadores se sustenta en una misma referencia cultural", explica a Europa Press.

   Es la perspectiva que tiene el Movimiento Feminista, que lo hizo valer en una manifestación multitudinaria en Madrid el pasado 7 de noviembre contra "todas las violencias machistas", y es compartida por distintos partidos políticos, como el PSOE o Podemos, que proponen en sus programas electorales reformar la Ley Integral en este sentido. El PP aún no ha difundido su propuesta, pero el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, se ha mostrado partidario del cambio si hay consenso.

   "Es el momento de incluirlas en la Ley Integral para dar una respuesta adecuada en todas las manifestaciones de violencia porque se presentan diluídas y mezcladas, como víctimas de trata que a la vez tienen maltrato de la pareja. Permitiría una respuesta más centrada y conjunta y daría coherencia, porque hay leyes autonómicas de violencia de género que ya recogen estas violencias y no tiene sentido que la estatal no vaya más allá", añade Lorente.

2,5 MILLONES DE VÍCTIMAS SÓLO EN LA PAREJA

   Se habla fundamentalmente de mutilación genital femenina, trata de mujeres con fines de explotación sexual y de agresiones sexuales, violencias de impacto dispar pero presentes en España. La violencia de género en el ámbito de la pareja es la que tiene mayor alcance reconocido: El 12,5% de las mujeres de 16 o más años, unos 2,5 millones de ciudadanas, declaran haberla sufrido alguna vez en su vida, como recoge la macroencuesta del CIS al respecto.

   La cuarta parte de los homicidios que se cometen cada año en España se dan en este contexto, con una media anual de 60 mujeres asesinadas y 51.640 que al cierre de este mes de octubre, estaban monitorizadas por la Policía debido al riesgo que suponía para ellas (bajo, 13.483; medio, 2.866; alto, 143 o extremo, 7) el hombre que las había maltratado, conforme los datos oficiales recopilados por Europa Press.

   Esta forma de violencia ha generado más de un millón de denuncias en la última década, unas 140.000 año, y se calcula que impacta sobre más de 800.000 niños porque el 64% de los hijos de víctimas también sufren violencia, porque al menos 13 han sido asesinados por el maltratador de la madre en menos tres años y porque 45 se han quedado huérfanos sólo en 2015 por los feminicidios.

   Sobre la Trata, si bien las ONG vienen reclamando una Ley Integral al respecto, de momento existe un Plan Nacional, el segundo que se aprueba, con líneas estratégicas. Sólo durante el primer semestre de este año, las fuerzas policiales han realizado 1.617 inspecciones y han encontrado a 8.255 mujeres en riesgo de ser víctimas de este delito. En 2014 hubo 900 víctimas identificadas, de las que 153 eran de trata y 747 de explotación sexual. Dicen las expertas que sólo es la punta del iceberg. Había 17 menores de edad.

   En cuanto a la Mutilación Genital Femenina, existen planes de actuación y protocolos, pero no hay datos oficiales más allá de un estudio de la Autónoma de Barcelona que en 2010 cifraba en 10.500 las niñas en riesgo en España o las estimaciones del Parlamento Europeo, que estimaba en 17.000 los casos de riesgo en España y en medio millón los de la UE. La primera sentencia se dictó en 2012 y condenó a unos padres por llevarse a su hija al país de origen para allí mutilarla.

MÁS DE 3 VIOLACIONES DIARIAS EN ESPAÑA

   Por último, sobre la violencia sexual, la misma macroencuesta del CIS revelaba que la han sufrido el 8,5% de las mujeres víctimas de violencia de género en la pareja. Los datos del Ministerio del Interior revelan que en 2014 se registraron 8.457 delitos contra la libertad e indemnidad sexual de los que 1.239 eran violaciones consumadas. Se producen así más de tres al día en España.

   Sin embargo, "es la gran olvidada" de la lucha institucional. A diferencia de la trata y la mutilación, no figura en el portal oficial que centraliza recursos sobre violencia de género ni cuenta con planes estratégicos nacionales o campañas de sensibilización.

   "Esta es una falla por parte del Estado y de la creación de leyes y políticas públicas que se tiene que subsanar y adaptar, porque ¿Cómo se va a eliminar una violencia que ni siquiera es considerada en la legislación?. Hay que hacer un diagnóstico y ver cómo se aplicaría esa ley porque es fundamental que las mujeres tengan una vida libre de violencias", afirma la abogada de Women's Link Worldwide Tania Sordo.

   La experta señala en declaraciones a Europa Press que incorporar estas formas de violencia "marca la diferencia" porque "se hace visible que existen, que quienes la sufren son víctimas reconocidas que pueden acceder a la protección y a que se reparen las violaciones de derechos humanos" que han sufrido. "También para que se empiecen a docymentar y tengamos constancia de estas formas de violencia, conozcamos a qué mujeres afecta, de qué edades, de qué lugares de procedencia. Hacerlo visible, para poderlo erradicar", añade.

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