El bullying es una problemática que afecta a muchas comunidades escolares alrededor del mundo, tanto es así que erradicarlo es una tarea fundamental para garantizar el bienestar y el desarrollo integral de los estudiantes. El acoso escolar no solo afecta al rendimiento académico, también repercute de forma directa emocional y psicológicamente a quienes que lo sufren. Por ello, los colegios tienen la gran responsabilidad de erradicarlo. Por ello, seleccionar un colegio que trabaje de manera activa en erradicarlo de raíz es crucial.
Pero, ¿qué es el bullying escolar y qué tipos existen de esta práctica?
El bullying escolar es un comportamiento intencional y repetido que causa daño físico o emocional a otro individuo o grupo. Puede manifestarse de diversas formas, desde bullying físico, a verbal, psicológico o ciberacoso.
Algunos indicios que podrían indicar que un menor está sufriendo acoso son:
.- Cambios de comportamiento y reticencia para volver al colegio.
.- Muestras de ansiedad excesiva, retraimiento o inusual tranquilidad.
.- Cambio de hábitos establecidos (por ejemplo, abandono de las clases de una asignatura, cambio de acento o de vocabulario).
.- Libros, bolsos, dinero y otras pertenencias que 'desaparecen' repentinamente o resultan dañados.
.- Disminución de la confianza en sí mismo.
.- Visitas frecuentes a la enfermería del colegio con síntomas que pueden estar relacionados con el estrés y la ansiedad, dolores de estómago o cabeza. Lesiones inexplicables.
.- Elección de la compañía de adultos en lugar de la de los compañeros.
.- Dificultad para dormir.
.- Hablar de conductas o ideas autolíticas, así como escaparse de casa o del colegio.
Un sistema de educación exitoso es aquel que cultiva el conocimiento, al cariño, la empatía, la solidaridad, el entendimiento y la perspectiva. Por eso, es muy importante que en estos procesos de detección de casos de bullying toda la comunidad educativa, incluyendo docentes, padres y alumnos, trabajen a una para implementar protocolos y soluciones efectivas de prevención y apoyo. Por ello, es recomendable que los colegios cuenten con una Política Antiacoso que incluya algunas de las siguientes estrategias efectivas y protocolos para combatir el bullying en el entorno escolar como crear un entorno seguro y responsable.
Dentro del protocolo, generar una cultura positiva en todos los ámbitos del colegio, donde todos los miembros de la comunidad se sientan seguros y con confianza en sí mismos, y se traten con amabilidad y respeto, sobre todo en lo que atañe a las diferencias individuales, es clave.
Para conseguir este entorno, el colegio debe promover el respeto y la tolerancia mutua cada día. De igual modo que, las familias tienen un papel importante en apoyar al colegio en el mantenimiento de altos estándares de comportamiento. Es fundamental que haya expectativas coherentes de comportamiento tanto en el colegio como en el entorno online y en casa, y que el colegio y las familias cooperen estrechamente.
Para conseguir un entorno seguro, es vital apoyar estrategias positivas para gestionar el acoso. Es decir, rechazar enérgicamente el uso de la humillación, el miedo y el menosprecio. Ningún tipo de acoso debe ser aceptable en los colegios (incluido el ciberacoso, el acoso basado en el perjuicio o la discriminación).
Si esto ocurriese, el colegio tiene la obligación de implementar a la mayor brevedad, las medidas disciplinarias que considere necesarias en línea con la Política de Comportamiento del colegio. Esta cultura de respeto y tolerancia es un pilar fundamental en la lucha contra el bullying.
Algunas estrategias proactivas son:
.- Educación y sensibilización, a través de programas curriculares y actividades extracurriculares, abordar temar relacionados con las diferencias y promover un ambiente de inclusividad.
.- Formación del personal: todos los miembros del personal del colegio deben recibir una formación adecuada para comprender y manejar casos de bullying. Esta formación debe trabajar la sensibilización sobre diferentes discapacidades, sobre LGTBIQ+ u otros grupos vulnerables.
.- Medidas disciplinarias: aplicar sanciones disciplinarias de manera justa y sistemática para enviar un mensaje claro de que el bullying no será tolerado.
.- Apoyo a las víctimas y reeducación de los agresores: proporcionar apoyo inmediato a las víctimas y reeducar a los agresores para modificar su comportamiento, siempre bajo un enfoque reparador.
A continuación, detallamos el protocolo que cualquier colegio debería trabajar ante un caso de bullying:
.- Detección y comunicación: La comunicación de un incidente de bullying puede realizarse a través de diferentes vías: desde un buzón de acoso hasta hablarlo directamente con el equipo docente y padres.
.- Investigación y evaluación: Tras recibir una denuncia, realizar una investigación inmediata para confirmar los hechos y evaluar su gravedad.
.- Intervención: Tomar medidas disciplinarias y de apoyo, tanto para la víctima como para el agresor, incluyendo desde sesiones de mediación hasta sanciones más serias.
.- Seguimiento: Realizar un seguimiento continuo para asegurar que el comportamiento no se repita y que ambas partes reciben el apoyo necesario.
En todo este proceso, es muy importante que las familias se involucren para garantizar que tienen claro que el colegio no tolera ningún tipo de acoso escolar y que tienen constancia de los procedimientos que deben seguir si sospechan que su hijo sufre acoso. De igual modo, es necesario que el colegio cuente con la formación de todo un equipo de profesionales para trabajar sobre estas situaciones, desde profesorado, directores de curso, psicólogo, enfermera escolar y el responsable de bienestar. Con la colaboración de todas estas figuras del centro, el menor se encontrará en un entorno de apoyo integral.
En definitiva, crear un entorno escolar seguro y respetuoso es clave para el crecimiento saludable de los niños y jóvenes. El bienestar de cada estudiante siempre debe ser la máxima prioridad. Gestionar las emociones, resolver conflictos, fomentar la empatía* la educación emocional ha demostrado fomentar un mayor conocimiento de uno mismo y de las relaciones interpersonales, capacitando a los estudiantes para desenvolverse en la vida con inteligencia emocional y resiliencia, por lo que está considera un factor clave en este proceso.
Abigail Kay es subdirectora de The English Montessori School (TEMS).