Este sábado se celebra en todo el mundo el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, que en esta ocasión cobra más fuerza que nunca, ya que la Asamblea General de la ONU declaró 2021 como el Año Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil. En la actualidad, las cifras indican que este problema ya alcanza a más de 160 millones de niños y niñas en todo el mundo pese a que ha disminuido un 38% en la última década, pero según la Organización Internacional del Trabajo durante el último año su situación ha empeorado debido a la pandemia de la Covid-19.
Sabemos que el trabajo infantil y el trabajo forzoso son endémicos en muchas de las regiones y sectores de productos donde trabaja Fairtrade. ¿Cómo podemos trabajar para erradicarlos en todo el mundo? Parece algo que ocurre en otros lugares, alejado de nuestro país, un problema que no nos compete y al que no podemos contribuir a mejorar. Sin embargo, hay algo que como ciudadanos podemos hacer en favor de la infancia: consumir productos certificados que hayan sido cultivados y elaborados bajo estándares de comercio justo. Precisamente, esta es una de las alternativas más recomendables para contribuir a través de pequeños gestos a poner fin a este gran problema.
Desde Fairtrade Ibérica, representante en España de Fairtrade, sello líder mundial que certifica productos de comercio justo, animamos a la sociedad a consumir productos cultivados y elaborados bajo los estándares del comercio justo. Son productos que, además de ofrecer un excelente sabor y calidad, contribuyen a construir un mundo sostenible y más igualitario para todos. Debemos ser conscientes que el 70% de los niños y niñas que son víctimas del trabajo infantil lo hacen en actividades agrícolas, íntimamente relacionadas con el sector de la alimentación y el gran consumo, en el que se concentran gran parte de los productos que certificamos.
La protección de la infancia erradicando la explotación infantil es una de las principales áreas de actuación de Fairtrade, sello líder mundial que certifica productos de comercio justo, junto a otras como proteger los derechos de los trabajadores, luchar por la igualdad de género y combatir el cambio climático.
Para ello, es importante trabajar intensamente a nivel mundial con el fin de hacer desaparecer el trabajo infantil en las cadenas de producción, y Fairtrade impulsa esta causa a través de varias iniciativas. En primer lugar, pagando un precio mínimo con el cual los productores pueden vivir dignamente y, de esta forma, minimizar los riesgos de que exista trabajo infantil. Por otra parte, repartiendo una prima que los propios productores deciden, democráticamente, a qué causas se destina y de la que, durante el último año, el 13,7% de la misma se ha dirigido a reforzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 (educación de calidad) y el Objetivo de Desarrollo Sostenible 8 (trabajo decente y crecimiento económico), ambos relacionados directamente con la erradicación de la explotación infantil.
En el caso de Fairtrade, por ejemplo, se auditan sus campos y zonas de cultivo mediante Flocert -certificador global independiente para los estándares de comercio justo Fairtrade-, y en caso de detectar trabajo infantil, se penaliza a los productores suspendiendo sus acuerdos. Cabe destacar también que la organización ayuda a que sus clientes se adapten a la nueva normativa de la Debida Diligencia en Derechos Humanos en las cadenas de aprovisionamiento, lo que le convierte en un socio creíble para mitigar las vulneraciones que se producen en materia de derechos humanos por el impulso a esta causa a través de actividades como certificación, apoyo continuo a agricultores y trabajadores, impulso de proyectos de desarrollo, trabajo de promoción y sensibilización, etc.
Los derechos humanos son un elemento fundamental en la misión de Fairtrade y por ello trabajamos, a través de nuestros estándares, en programas específicos para su defensa, así como en fomentar el diálogo y la colaboración con otras cadenas de suministro para abordar las violaciones de estos derechos básicos y fundamentales para las personas.
El trabajo de Fairtrade a nivel global, en este sentido, ha conseguido avanzar dando grandes pasos hacia la erradicación del trabajo infantil. Por ejemplo, las redes de productores del sello líder mundial de comercio justo ofrecen formación sobre los derechos del niño y sistemas de prevención del trabajo infantil, además de identificar y remediar los casos que se detecten.
Otra gran actuación de Fairtrade fue que, en 2019, las organizaciones de productores de nueve países consiguieron implementar en la comunidad juvenil de forma inclusiva un sistema de monitoreo y remediación para erradicar este problema.
Por último, un gran caso de éxito del sello de certificación es el trabajo realizado en América Central, concretamente en Belice, por la Asociación de Productores de Caña de Azúcar (BSCFA) para establecer un modelo de Fairtrade de una comunidad basada en la inclusión de la juventud, con un sistema de seguimiento y reparación del trabajo infantil. El enfoque fue puesto a prueba por primera vez por la organización en 2015, y desde entonces se ha expandido para cubrir todas las áreas de cultivo de azúcar por el éxito en la identificación de casos de trabajo infantil.
En definitiva, desde Fairtrade seguiremos trabajando intensamente en visibilizar cómo a través del comercio justo se puede conseguir un progreso real y duradero para acabar con el trabajo infantil, impulsando la sostenibilidad del planeta y transitar hacia una justa y sustentable transformación social.
Álvaro Goicoechea es director de Fairtrade Ibérica