MADRID, 21 Sep. (EUROPA PRESS) -
El crecimiento del comercio electrónico a un ritmo superior al 12% anual ha propiciado un cambio en los hábitos de consumo y en el mercado de la distribución. Entre las consecuencias de este modelo de negocio, que superará los 15.000 millones de facturación en 2022 en España, se sitúan la congestión del tráfico en las ciudades y la contaminación, que han obligado a las compañías de transporte a innovar.
El hecho de que los clientes puedan comprar desde cualquier sitio y tener su compra en casa en cuestión de días --o incluso horas en algunas urbes como Madrid y Barcelona-- lleva asociado, lógicamente, un aumento de los vehículos de reparto y de las emisiones contaminantes en la ciudad. Por ello, las compañías logísticas tienen retos por delante que pasan por aumentar su eficiencia y disminuir su impacto ambiental.
En España, la compañía Seur se ha propuesto reducir las emisiones de CO2 vinculadas al transporte en un 10% hasta 2020, con miras hacia un futuro "más limpio". Sus iniciativas en este sentido refuerzan el programa 'DrivingChange' de la compañía y permiten, según destacan en Seur, "que a través de su Compromiso Carbon Neutral siga siendo la única empresa en ofrecer el 100% de los envíos neutros en carbono, contribuyendo así a minimizar el impacto ambiental de su actividad y la huella de carbono de sus clientes".
Para ello, las tres estrategias implementadas pasan por el uso de vehículos alternativos con conducción eficiente, el incremento de la capacidad de carga y por compensar las emisiones en el mercado libre de carbono.
En primer lugar, Seur está implementando una flota alternativa que incluye bicicletas, furgonetas, motos y triciclos eléctricos, así como la mayor flota de vehículos Fiat de Gas Natural vendida hasta la fecha, según refleja el 'Informe de Responsabilidad Social Corporativa 2017' de su matriz DPD Group.
Estos recursos, gestionados por 'mini hubs' --centros logísticos más pequeños-- ubicados en el centro de las ciudades permiten trabajar más cerca de los destinatarios, acortando las distancias de entrega y minimizando las emisiones y otros efectos negativos asociados con la "última milla".
Es el caso de Barcelona, donde se están llevando a cabo nuevos proyectos de logística urbana tras la identificación de las zonas con una gran densidad de población y la asignación de la opción de entrega más apropiado. Esto es, los envíos de un kilo o menos se realizan con un mensajero que se traslada a pie; mientras que a partir de dos kilos se realizan en bicicleta o triciclo eléctrico, y es solo a partir de los envíos superiores a dos kilos cuando se realizan en furgoneta.
En conjunto, Seur entrega mensualmente unos 10.000 envíos mediante medios alternativos y ha reducido sus emisiones de CO2 en un 10,7% por paquete entregado, en 2017.
UN MAYOR ÉXITO DE LAS PRIMERAS ENTREGAS REDUCE LAS EMISIONES.
Por otro lado, el informe de Seur destaca que un aumento del éxito en las primeras entregas conlleva una reducción del número de desplazamientos y, por tanto, disminuye las emisiones. Para ello, su herramienta 'Predict' reduce la incertidumbre sobre la hora de llegada del pedido, proporcionando la información referente al estado de la compra y la hora en que se hará efectiva la entrega.
En esta misma línea, otra de las acciones que facilitan la entrega de compras del comercio electrónico sin aumentar la huella ecológica es la recepción de paquetes en tiendas de conveniencia. El sistema 'Pickup' de Seur permite escoger entre más de 1.400 establecimientos repartidos por toda España.
MÁS EFICIENCIA AUMENTANDO LA CARGA.
En cuanto a las operaciones de larga distancia, los 'megatrailers' de más de 25 metros consiguen aumentar la eficiencia de sus operaciones gracias a una capacidad equivalente a tres remolques convencionales. De momento ya son cinco los que recorren la ruta de Alicante, Valencia y Barcelona, aunque el objetivo es llegar a 16.
Con estos camiones, que han supuesto una inversión de 1,2 millones de euros en 2017, Seur no solo ha conseguido reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, en concreto 500 toneladas de CO2 al año, sino que también ha aumentado su eficiencia en un 25%.