Actualizado 12/03/2014 11:15

Las aves temen más a los depredadores que al frío en Guadarrama

Las aves temen más a los depredadores que al frío en invierno
Foto: EUROPA PRESS

MADRID, 12 Mar. (EUROPA PRESS) -

   Las aves foretales en la Sierra de Guadarrama dan tres veces más importancia a protegerse frente a posibles depredadores que contra el frío, en su estrategia para pasar el invierno, según un trabajo de investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, que publica la revista PLoS One.

   Así, el trabajo ha descubierto que el miedo a los depredadores es más determinante que la temperatura a la hora de desplazarse por el bosque para buscar alimento en tiempo de invierno. El estudio analiza las estrategias que siguen las especies forestales pequeñas para afrontar el invierno en las zonas de montaña con clima continental, como la Sierra de Guadarrama.

   El invierno, según recuerda el CSIC, es una estación crítica para estas pequeñas aves forestales ya que la pérdida de calor corporal se dispara al disminuir la temperatura y tienen que buscar estrategias que mejoren sus posibilidades de supervivencia invernal.

   En este sentido, la investigadora del Museo Sara Villén-Pérez ha explicado que a la hora de buscar alimento, las aves forestales prefieren utilizar entornos cálidos con refugios en los que protegerse de sus depredadores. Sin embargo, ha añadido que no siempre es posible encontrar lugares con ambas características y se ven obligadas a apostar por una de las dos estrategias.

   La investigadora ha precisado que estos pájaros son capaces de detectar variaciones mínimas de temperatura dentro de un bosque y buscan los enclaves más cálidos donde reducir la pérdida de calor corporal. Sin embargo, frente a este beneficio térmico directo priorizan la elección de zonas con masas de vegetación densa donde refugiarse de los ataques de los depredadores, poco probables pero potencialmente letales.

   "A pesar de la baja probabilidad de ser depredados el riesgo de un ataque es como un fantasma del que estas aves se protegen permanentemente", ha comentado.

   El estudio se centró en pequeños paseriformes (orden de aves que pueden agarrarse a ramas gracias a su disposición dactilar) como el herrerillo común, Cyanistes caeruleus, el trepador azul, Sitta europea, el carbonero garrapinos, Parus ater, el carbonero común, Parus major, o el herrerillo capuchino, Lophophanes cristatus.