Actualizado 29/05/2023 11:02

BBVA apuesta por acciones de conservación y restauración de ecosistemas para contar con una biodiversidad sana

BBVA apuesta por acciones de conservación y restauración de ecosistemas para contar con una biodiversidad sana
BBVA apuesta por acciones de conservación y restauración de ecosistemas para contar con una biodiversidad sana - BBVA

   La actividad del hombre es la principal causa de la pérdida de biodiversidad, asegura el informe

   MADRID, 26 May. (EUROPA PRESS) -

   Una biodiversidad sana es "fundamental" para garantizar la salud del planeta y sus habitantes, ya que ofrece alimento y energía al tiempo que ayuda a la regulación del clima o la polinización y por ello, BBVA apuesta por acciones de conservación y restauración de ecosistemas para mantenerla en buen estado.

   "La biodiversidad funciona como un puzle: todos los elementos que le dan forma están en equilibrio, por lo que si alguna de sus partes sufre daños todo el sistema se resiente", asegura el monográfico 'Biodiversidad: equilibrio y salud para el planeta' que ha lanzado la entidad financiera.

   El documento de BBVA señala que, en la actualidad, "junto al cambio climático la crisis de biodiversidad supone una de las mayores amenazas para el ser humano a nivel medioambiental". De acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), casi el 30 % de las especies conocidas y evaluadas hasta hoy están en peligro de extinción, lo que pone en riesgo el equilibrio de la naturaleza.

EL HOMBRE, LA PRINCIPAL AMENAZA

   La actividad del hombre es la principal causa de la pérdida de biodiversidad, sostiene el documento, que cita como amenazas los cambios en los usos del suelo, la sobreexplotación de especies, la proliferación de especies invasoras, la contaminación y el cambio climático.

   "Son consecuencia de la actividad humana, de un modelo insostenible de producción y consumo que no ha tenido en cuenta los límites planetarios", señala la directora de la Fundación Biodiversidad, Elena Pita, que indica que "a la larga todos ellos actúan de forma sinérgica minando la biodiversidad y causando la extinción de especies".

   En la actualidad, el mayor impacto sobre la biodiversidad en los ecosistemas terrestres y de agua dulce lo ejercen los cambios en el uso de la tierra, mientras que en los ecosistemas marinos la pesca ha sido la actividad con mayor impacto en la biodiversidad durante los últimos 50 años

   La caza furtiva y el tráfico de animales salvajes han contribuido también al declive de numerosas especies, como los elefantes de la sabana, los rinocerontes o los tigres de bengala. Además, las especies invasoras, la contaminación del agua, aire y suelos también afectan a la biodiversidad.

EL PAPEL DEL CAMBIO CLIMÁTICO

   "Hoy la influencia del cambio climático en la crisis de la biodiversidad es incierta", sostiene el informe, que indica que "uno de los principales riesgos que presenta es que no se trata de un hecho aislado, sino que existe una sinergia entre la degradación del mundo natural y el cambio climático".

   Por ello, considera que el cambio climático es junto a los cambios de uso del suelo "uno de los ejemplos más visibles de cómo las acciones del hombre pueden transformar el entorno".

   De acuerdo con el sexto informe del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) la actividad humana es la responsable inequívoca del calentamiento global, apunta.

REDUCIR LA CONTAMINACIÓN Y EL VERTIDO DE FERTILIZANTES

   Entre las soluciones para frenar la crisis de biodiversidad, considera "esenciales" las acciones de conservación y restauración de ecosistemas, como ha hecho el Great Green Wall africano, que ha conseguido restaurar hasta 25 millones de hectáreas degradadas en el Sahel.

   "Las soluciones para afrontar la crisis de la biodiversidad son fundamentalmente dos: la conservación y la restauración", explica el profesor en el Departamento de arquitectura del paisaje en la Universidad de Harvard e investigador asociado en el Basque Centre for Climate Change (BC3), David Moreno Mateos.

   Además, el investigador ve otras acciones importantes, como reducir la contaminación, el vertido de fertilizantes a las aguas y la concentración de CO2 en la atmósfera.

   En materia de conservación, apuesta por dejar de deforestar bosques primarios en las zonas tropicales y boreales y limitar la expansión agraria para evitar que más territorios se transformen en zonas agrícolas.

   La restauración, por su parte, tiene como objetivo recuperar los procesos ecológicos y la biodiversidad en aquellas zonas que han sido degradadas y para conseguirlo, existen iniciativas como el Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas.

UN DESARROLLO ECONÓMICO COMPATIBLE CON LA BIODIVERSIDAD

   Tanto la conservación como la restauración suponen un "desafío" en un mundo marcado por el desarrollo económico y el crecimiento demográfico y las opciones pasan por plantear sistemas más sostenibles y con un menor impacto ambiental.

   "Promover un desarrollo económico compatible con la conservación de la biodiversidad ha de ser posible, porque resulta imprescindible", señala Pita, quien aboga por "investigar y desarrollar nuevos sistemas de producción de alimentos, desarrollar fuentes de energía renovables y transformar la forma de producir y de consumir dando importancia no solo al rendimiento, sino también a variables como la eficiencia en el uso de agua y energía o a la reducción de gases de efecto invernadero".

   En España, las políticas de protección del medioambiente han ayudado a lograr algunos avances y, según detalla Pita, la cantidad de espacios protegidos ha aumentado notablemente en número y extensión, ya que en 2009, las áreas protegidas cubrían el 31 % de la superficie terrestre y el 1% de la marina y en 2020 han pasado a suponer el 36,2 % y el 12,3 % del total.

   Asimismo, se han cosechado éxitos en la conservación de muchas especies emblemáticas como el águila imperial ibérica, el quebrantahuesos, el oso pardo o el lince ibérico. A finales de 2020, esta especie superó el umbral de los 1.100 ejemplares registrados, explica Pita.

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