La campaña de Enel para la emergencia humanitaria en Ucrania recauda un millón de euros para ACNUR y Save the Children

   MADRID, 3 May. (EUROPA PRESS) -

   La campaña promovida por el Grupo Enel y dirigida a las personas que trabajan en el Grupo en apoyo de ACNUR (Agencia de la ONU para los Refugiados) y Save the Children ha permitido recaudar para las dos organizaciones un millón de euros, incluyendo las donaciones voluntarias de los empleados y la contribución de Enel Cuore.

   El dinero recaudado servirá para apoyar las actividades destinadas a hacer frente a la emergencia humanitaria en Ucrania y a ayudar a las poblaciones civiles afectadas del país y de los territorios donde trabajan ambas organizaciones, respondiendo así a las necesidades de los refugiados y desplazados.

   Enel Cuore es la organización sin ánimo de lucro del Grupo Enel que fomenta proyectos e iniciativas con un fuerte impacto en las comunidades y el área local. Sus proyectos se llevan a cabo en colaboración con organizaciones del Tercer Sector, divididas en cuatro áreas: cultura y educación de niños y adolescentes, empleo e inclusión social de personas vulnerables, programas para la autonomía de las personas con discapacidad, lucha contra la pobreza social y protección de la salud de las personas mayores, como señala la compañía.

   ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, protege a las personas que se ven obligadas a huir de sus hogares a causa de los conflictos y la persecución. Trabaja en más de 130 países para proteger a millones de personas. En relación con la actual situación de emergencia, ACNUR está presente en Ucrania, Rumanía, Hungría y Polonia, y ha creado dos nuevos 'Blue Dots', es decir, centros de acogida en Italia para mujeres y niños procedentes de Ucrania, proporcionándoles artículos de primera necesidad.

   Save the Children lleva más de 100 años luchando por salvar a las niñas y los niños en situación de riesgo y asegurar su futuro. La organización opera en Ucrania desde 2014 y distribuye productos de primera necesidad a los niños que llegan a Polonia y Rumanía, donde lleva a cabo actividades específicas para proteger a los menores no acompañados o separados de sus familias. También ha creado espacios donde los niños, con el apoyo de operadores especializados, pueden jugar y recibir el apoyo adecuado para procesar el trauma que han sufrido y recuperar algo de tranquilidad.