Central Lechera Asturiana amplía su flota con cinco camiones propulsados por gas natural

OVIEDO 26 Oct. (EUROPA PRESS) -

Central Lechera Asturiana ha incorporado cinco nuevos camiones de gas natural licuado a sus rutas de transporte. Este combustible permite reducir la emisión de partículas sólidas en su totalidad y disminuir las emisiones de CO2 y NOX hasta un 20% y 60% respectivamente, contribuyendo a mantener un aire más limpio para todos.

Se trata de los vehículos IVECO Stralis con motorizaciones GNL, tecnología en la que IVECO es líder europeo en su producción y comercialización, que a partir de mañana operarán en las rutas cerradas de largo recorrido que Central Lechera Asturiana desarrolla entre Asturias-Barcelona y Asturias-Madrid para el transporte de productos lácteos.

Una apuesta de la compañía por la incorporación de combustibles más ecológicos en sus rutas de transporte que permitirá seguir reduciendo las emisiones de CO2 en más de 160.000 kilos CO2 /año, contribuyendo de este modo la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero de todos sus procesos.

En un acto que ha tenido lugar este viernes en la Factoría de Siero (Asturias), Africa Pardo, directora de la Unidad de Vehículos Pesados de IVECO, ha hecho entrega de los vehículos a José María Fernández, Gerente de Transportes Castropol en presencia de Estefanía Iglesias y Adrian Fariña, Responsable de Sostenibilidad y Responsable de Transportes de Central Lechera Asturiana.

Estos nuevos camiones destacan por ser los primeros en su segmento con potencias de 460 CV utilizando exclusivamente gas natural, lo que permite hacer largas distancias con cargas pesadas reduciendo al mínimo las emisiones.

Proteger el entorno natural y cuidar el medio ambiente es uno de los ejes de la estrategia de RSC de Central Lechera Asturiana, en el cual se enmarca esta acción. Además, la compañía láctea lleva a cabo otros proyectos de mejora de la eficiencia energética, que han hecho posible que en 2017 se haya disminuido la emisión de unas de 7.600 ton de CO2, correspondientes a la emisión equivalente a unos 3.500 coches al año.