Archivo - Entrega de mascarilla, en Madrid (España), a 29 de enero de 2021. - Eduardo Parra - Europa Press - Archivo
MADRID, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -
Muchas empresas han sacado su lado más solidario un año después de que el Gobierno declarara a España en Estado de Alarma por la crisis sanitaria del coronavirus, el pasado 14 de marzo de 2020, llevando a cabo diversas iniciativas que han derivado en un cambio en sus políticas y estrategias, como constatan varios expertos de instituciones representativas en Responsabilidad Social Corporativa (RSC).
En declaraciones a Europa Press, la directora ejecutiva del Pacto Mundial de Naciones Unidas España, Cristina Sánchez, ha afirmado que "la COVID-19 ha puesto aún más si cabe de relieve la importancia fundamental de las empresas dentro de la sociedad y el sistema económico, especialmente a la hora de dar respuestas rápidas y efectivas a crisis globales como la que estamos viviendo".
"Para nosotros, un buen número de empresas se ha posicionado como parte de la solución. De este modo, especialmente durante los meses más duros de la pandemia, hemos visto cómo la actuación de algunas empresas ha sido ejemplar y ha ayudado a paliar algunos de los efectos derivados de esta crisis", ha indicado, poniendo de ejemplo las más de 300 buenas prácticas recogidas a través de la campaña #IniciativasConPrincipios desde la Red Española que forma parte del Pacto Mundial, la mayor iniciativa voluntaria de responsabilidad social empresarial en el mundo.
Así, ha recordado que se han llevado a cabo acciones dirigidas a apoyar a los empleados para asegurar sus puestos de trabajo y mejorar protocolos de salud dentro de las compañías, han colaborado con los gobiernos estatales y regionales a través de recursos materiales, financieros o logísticos, han dado soporte en investigación frente a la COVID-19 y han reforzado y creado fondos solidarios para ayudar a los más vulnerables, entre las acciones principales.
Sánchez ha enfatizado que estas aportaciones "no se reducen únicamente a los momentos de crisis, sino que están contempladas en las estrategias de sostenibilidad de las compañías que, cada vez más, apuestan por modelos de negocio responsables".
"Si algo hemos aprendido tras este 2020 es que un sector privado responsable es indispensable para el crecimiento, la productividad, la innovación y la creación de empleo, todos ellos generadores de desarrollo y oportunidades. La crisis de la COVID-19 ha puesto en evidencia --aún más-- esta realidad a la que nadie da la espalda", ha añadido por su parte a Europa Press la directora general de la Fundación SERES, Ana Sainz.
"La pandemia ha cambiado el mundo que conocíamos y seguramente abre paso a un orden diferente, una gran disrupción que, como casi todos los cambios de paradigma, supone también nuevas oportunidades para estar a la altura, innovar, mejorar y aprender", ha precisado, por lo que se ha mostrado convencida de que "las organizaciones pueden contribuir significativamente al desarrollo económico, social o medioambiental, ya sea a través de sus operaciones o de la creación de cadenas de valor".
"La empresa tiene capacidades para llevar a cabo un reto ambicioso: generar soluciones eficientes, eficaces y escalables al tiempo que sostenibles. Los ejemplos de empresas que ofrecen resultados económicos como sociales han puesto de manifiesto que generar valor social es posible y se vislumbra como una oportunidad para generar resultados económicos, así como un impacto social positivo. La empresa española se moviliza y actúa", ha apostillado.
Según la VII edición del Informe SERES-Deloitte elaborado por Fundación SERES --que promueve que las empresas ayuden a crear valor y asuman su rol clave para resolver problemas sociales-- y la firma de servicios profesionales Deloitte, la inversión total en proyectos contra la COVID-19 de las empresas fue de 281 millones de euros en 2020. Asimismo, el informe constataba que 6.065 entidades se involucraron en los proyectos de RSE específicos contra la COVID durante la emergencia sanitaria.
Por su parte, el director general de Forética, Germán Granda, también ha señalado que la crisis provocada por la COVID-19 "ha planteado desafíos sin precedentes", con "un impacto muy negativo" en casi todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), sobre todo el ODS 1 (fin de la pobreza), el ODS 2 (hambre cero) y el ODS 10 (reducción de desigualdades), según el estudio 'El momento de la transformación necesaria - Agenda 2030 como guía para la recuperación global' elaborado por Forética. "Esta realidad es un revés muy significativo, que puede dar lugar a un retroceso en la erradicación de la extrema pobreza, que podría incrementarse por primera vez en 20 años", ha alertado.
En cualquier caso, ha constatado a Europa Press la "respuesta positiva" por parte de los mercados. "Las empresas tienen un rol fundamental a la hora de contribuir a una recuperación inclusiva y sostenible, reiniciando la economía con un papel más relevante en la contribución a la solución de retos sociales y ambientales", ha subrayado el director de Forética.
EL FUTURO: REPENSAR ESTRATEGIAS PARA NO DEJAR A NADIE ATRÁS
Granda ha recordado que, tras "una primera respuesta ágil e inmediata frente a la COVID-19, las empresas se enfrentan a un momento de repensar sus estrategias de sostenibilidad y contribución social, poniendo en su eje estratégico los aspectos sociales, ambientales y de buen gobierno (ESG en sus siglas en inglés), planificando la recuperación y continuidad de los negocios y asegurando que las lecciones aprendidas en esta crisis sirvan como base para una reconstrucción más sostenible que garantice la resiliencia empresarial a largo plazo".
Granda ha recordado que los 'Escenarios post COVID-19 en las estrategias de las empresas' elaborados por Forética abogan por vincular la sostenibilidad con el propósito de la compañía desde la alta dirección; promover el cambio hacia un enfoque transversal de la sostenibilidad en distintas áreas; medir el impacto con indicadores que monitoricen la evolución del desempeño; integrar factores ESG en la gestión de riesgos; y alinear los objetivos de sostenibilidad con la estrategia corporativa.
"Es esencial que se protejan los éxitos alcanzados hasta hoy y que se apueste por una recuperación transformadora, que reduzca el riesgo e incremente la resiliencia ante futuras crisis, buscando un desarrollo inclusivo que proteja y conserve el medio ambiente", ha insistido.
Mientras, Sánchez ha pedido tener en cuenta "a los sectores más perjudicados y que en todos los casos el impulso esté orientado, no a una mera reconstrucción sobre lo que había, sino a transformarnos en un sistema productivo más resiliente, orientado a la generación de beneficios que contemplen la variable medioambiental, social y humana".
En cuanto a Sainz, ha defendido que "reflexionar e identificar las claves de la reconstrucción es el primer paso para mirar hacia un nuevo mañana, que exigirá, sin lugar a duda, una gestión responsable, actuación con un propósito y compromiso empresarial claro y conectado con los retos sociales".
"En este momento excepcional que estamos viviendo las empresas son los agentes con mayor adaptación en términos darwinistas para afrontar este cambio y construir las bases para una empresa más humana que en plena 4ª revolución industrial no deje a nadie atrás", ha añadido, para destacar que "una gestión responsable en estos casos no solo es importante sino extremadamente necesaria".
"La colaboración de todos los agentes para lograr una sociedad más justa y sin brechas de desigualdad será un elemento esencial. En esa hoja de ruta, no cabe duda, que se encuentra la Agenda 2030 y acciones concretas como el Plan de Acción del Pilar Europeo de Derechos Sociales. Sólo así será posible responder al desafío de sentar en la misma mesa sociedad y empresa para crear y compartir valor, pensando siempre en las personas", ha zanjado.