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El 52 por ciento de las especies de tiburones están amenazadas y España realiza más de la mitad de sus capturas en la UE
MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
Los españoles comen carne de tiburón sin saberlo ya que según una encuesta realizada en 2009 por TNS Demoscopia para Shark Alliance, el 96 por ciento de la población asegura que no come pelágicos mientras que el 76,4 por ciento desconoce que especies de consumo habitual en España como el marrajo o el cazón son también tiburones. Así, el 33 por ciento de los participantes en el sondeo reconoce consumirlos y un 95 por ciento estaba dispuesto en 2008 a que se tomen medidas para proteger a las especies de tiburón en peligro.
Según datos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN, por sus siglas en inglés), el 52 por ciento de las especies pelágicas de todo el mundo están amenazadas al tiempo que España ocupa el primer lugar en la UE y el cuarto a nivel mundial en pescar y comercializar todo tipo de tiburones, que en su mayoría se dirigen a la exportación.
La consejera política de Shark Alliance, Sandrine Polti, explicó a Europa Press que los pescadores españoles capturan "más tiburones que los de cualquier otro país europeo" y añadió que el Gobierno español está "cada vez más lejos de la opinión de los ciudadanos acerca de las medidas a tomar" para proteger a estas poblaciones, porque "no hace nada" en ese sentido.
Al respecto, el responsable de proyectos de conservación de tiburones de la organización conservacionista Submon, Álex Bartolí, los tiburones son "extremadamente vulnerables y su capacidad de recuperación es muy baja" ya que algunas de sus poblaciones son "muy vulnerables", algo que en su opinión, es "desconocido" por la población que tiene "una mala imagen" de ellos, algo en lo que coincidió Polti.
Submon criticó también en un informe publicado hoy la deficiencia en el etiquetado en toda su cadena, desde la primera venta en la lonja hasta que llega a la mesa del consumidor, que come tiburón sin saberlo, mientras que España es "líder" en la UE en capturas y comercio y ocupa el cuarto puesto a nivel mundial en ese negocio. Igualmente, denunciaron que España apenas realiza medidas de gestión ni control a nivel práctico a pesar de que éstas figuran en la legislación comunitaria.
"No contempla prácticamente ninguna medida de gestión ni control que regule la pesquería indiscriminada de tiburones, ni hace nada por proteger a las especies de tiburón presentes en aguas españolas, ni siquiera aquellas amenazadas de extinción", acusa el informe.
Por otra parte, Shark Alliance --que engloba 70 organizaciones de todo el mundo-- señala que España suele entregar informes inexactos, escasos y fuera de plazo sobre las capturas de pelágicos y, además, es uno de los cuatro países de los Veintisiete que otorga "permisos especiales" para proceder a la extracción de aletas de tiburón en alta mar, lo que deja prácticamente anulada la prohibición de la UE en ese sentido, conocida como 'finning'.
RESPONSABILIDAD Y PREVENCIÓN
Con este panorama, Submon y Shark Alliance exigen al Gobierno español que "ejerza responsabilidad" en materia de conservación, para lo que proponen una serie de medidas que pasan por reducir la capacidad de la flota pesquera así como las cuotas de captura de distintas especies de tiburones en base a las recomendaciones científicas o de forma preventiva.
También solicitan que se corrija la falta de datos de captura y comercio obligatorios, ya que según Polti, España "destaca por su poca constancia y control en el cumplimiento de algunas normas" comunitarias y una mayor información a los pescadores y vendedores sobre la correcta identificación de las especies de tiburón y las restricciones sobre su captura.
"España debe pasar de ser un obstáculo a abanderar y liderar la conservación de los tiburones y llegar a un plan de gestión de pesca sostenible, con objetivos a largo plazo", insistió Bartolí.
La encuesta de TNS Demoscopia para Shark Alliance contó con 800 entrevistados de edades comprendidas entre los 15 y los 75 años y pertenecientes a un abanico equilibrado de personas en términos de género, origen socioeconómico y nivel educativo. Se llevó a cabo en las 17 comunidades autónomas mediante entrevistas telefónicas de 10 minutos, el 10 por ciento de las cuales fue monitorizado.