MADRID, 12 Feb. (EUROPA PRESS) -
Expertos participantes en el debate online 'La función social de la empresa', organizado por Fundación Alternativas, han coincidido en la importancia de revisar los principios imperantes en la gestión empresarial vigente con el fin de alinearlos más adecuadamente a las prioridades sociales actuales.
Como han constatado los participantes, las empresas son la principal fuente de creación de riqueza de la que dispone la sociedad. Sin embargo, las muestras de agotamiento del crecimiento, la falta de capacidad del modelo económico imperante para responder a las crisis de igualdad, sostenibilidad e inclusión, amplificada con la aparición de la pandemia, están obligando a las empresas, y a la sociedad en general, a analizar los modelos económicos y estructurales que les sirven de soporte para encontrar la forma de interiorizar las externalidades que están causando los desajustes actuales.
Así, el vicepresidente ejecutivo de la Fundación Alternativas, Diego López Garrido ha recordado que Milton Friedman dijo hace 50 años que el único objetivo de una empresa es "maximizar" el beneficio para los accionistas, pero recientemente BlackRock (primera empresa mundial en gestión de archivos) declaró que la empresa tiene que "ocuparse también de la sostenibilidad y que va a potenciar sus inversiones en ese campo".
En este sentido, Garrido ha aclarado que la evolución de las empresas que se "preocupan" por el medio ambiente y que tienen una naturaleza social comienzan a tener "más relevancia", sobre todo desde el "fracaso estrepitoso" del capitalismo financiero en 2008 con la caída de Lehman Brothers, que provocó "un gran aumento de la desigualdad social y el auge de los populismos, y que con el Covid-19 se han acentuado".
Garrido se ha preguntado si la llegada de Biden a la Casa Blanca podrá "contrarrestar" la situación, aunque ha afirmado que se habla de un nuevo "contrato social" en lo que respecta a la economía y las relaciones entre sociedad y empresas, en el que estas últimas han de actuar "no sólo en beneficio de sus accionistas, sino en el de la ciudadanía en su conjunto".
Sobre este aspecto, ha reflexionado: "la pregunta es qué papel deben jugar las empresas, sin las cuales es imposible la vida en la sociedad, y qué reformas necesitan para llegar al capitalismo inclusivo y, sobre todo, qué pueden aportar para abordar el problema de la desigualdad y de la distribución de la renta".
Por su parte, Ignacio Santillana, economista y patrono de la Fundación Alternativas, ha incidido en que los problemas sociales --que se han acentuado desde 2019 en Chile, Francia y otros países europeos--, están "relacionados con la desigualdad, las brechas salariales y el cambio climático, todos ellos factores que ponen en evidencia la efectividad de la responsabilidad social corporativa".
Las empresas, por otro lado, tienen "mucho que decir en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas", son un "interlocutor importante" en los problemas sociales, y son elementos "generadores de riqueza y bienestar", aunque no todas lo han hecho "adecuadamente", ha relatado.
Mientras, el profesor de Economía en la Universidad de Zaragoza, Vicente Salas, ha señalado que la "responsabilidad" de la empresa frente a la sociedad en la consecución de objetivos no es independiente de la de otras instituciones, como "el Estado y los mercados".
En lo que se refiere a la productividad, ha indicado que se ha originado un "estancamiento" en las economías desarrolladas en los últimos años; una "desigualdad creciente" en la concentración de la renta y la riqueza; y un claro "deterioro" del medio ambiente. Asimismo, las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) "aumentan" la heterogeneidad empresarial, "fomentan" la concentración de los mercados y "limitan" la competencia, y la sociedad espera que "las empresas asuman responsabilidades en la consecución de objetivos en prosperidad, inclusión y sostenibilidad".
Por su parte, Francisco Ros, ingeniero de Telecomunicación, ha destacado la importancia de la "economía circular", y ha indicado que la "enorme eclosión de las tecnologías digitales y el empuje de la economía verde requieren nuevas formas de organización y producción para generar riqueza a la vez que se respeta la sostenibilidad. El modelo económico actual ha aumentado de manera clara las desigualdades, y hay que revisar el contrato social que se estableció en la posguerra".
La directora de Proyectos de la Fundación Endesa, Gloria Juste, ha subrayado la apuesta que su empresa hace por la "sostenibilidad", ya que el cambio climático está sometiendo al planeta a una gran "presión de sus recursos", por lo que hay que "transitar" hacia las energías renovables y la innovación tecnológica. La evolución de la sociedad es constante en lo que se refiere a "expansión demográfica, urbanización y nuevas formas de movilidad", y el nuevo contrato social debe basarse en la "inclusión", con una "reorientación de la relación" entre sociedad civil, gobierno y empresas, y en base a los ODS, ha aseverado.
El vicepresidente de la Fundación 'la Caixa', Juan José López Burniol, ha afirmado que "la crisis de 2008 fue una crisis de personas, actitudes y valores, no de mercados, y lo realmente importante es quién paga los costes de una crisis, y estos han sido los jóvenes y las clases
medias y bajas, dando lugar a los indignados y a los populistas". "Todo ello termina por desembocar en las crisis de los sistemas de democracia representativa. Este es el escenario que hay que tener en cuenta para abordar la reforma de la empresa, que incide en nuestra estructura social y nuestra vida política; y el que tenga dudas, que espere al último trimestre de este año", ha afirmado.
Por último, la directora de Medio Ambiente y Responsabilidad Social de Naturgy, Nuria Rodríguez Peinado, ha destacado que "todo está cambiando a gran velocidad, y los grupos de interés han crecido: la empresa ya no tiene sólo que responder ante empleados, accionistas, clientes y proveedores, sino que también ha de hacerlo en estos tiempos ante entidades del tercer sector, la sociedad en su conjunto, reguladores o administraciones".
"Por otro lado, la visión de la empresa ya no se valora sólo por su balance, solvencia y rentabilidad, o por el servicio y productos de cara al cliente, sino que se ha ampliado en la dimensión medioambiental y de lucha contra el cambio climático, así como en su contribución a la sociedad a través del cumplimiento de los ODS", ha concluido.