MADRID 26 Sep. (EUROPA PRESS) -
Expertos en la cadena alimentaria han coincidido en la necesidad de desmitificar el concepto de calidad para reducir el desperdicio alimentario. "Bonito no es lo mismo que bueno", han explicado en una jornada organizada por la empresa Fazla para abordar los desafíos y soluciones al desperficio de 1.200 millones de kilogramos al año en España.
El encuentro ha contado con la participación del director de Relaciones Institucionales, Comunicación y Sostenibilidad de Makro, Eduardo Pérez; la directora de Sostenibilidad de Bollo Natural Fruit, ; Mª Teresa González García; la directora de Proyectos de Fundación Áurea, Carolina Bonafonte, o la directora del Programa 1 Kilo de Ayuda en Fundación Altius, Cristina Gómez.
"El mayor problema a la hora de hacer frente el desperdicio alimentario es la logística. En el paradigma que se presenta con el nuevo proyecto de ley de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario, hay entidades que tiene alimentos para donar y hay gente que necesita esas donaciones, pero el desperdicio está en la logística: quién y cómo organiza, distribuye y transporta esos alimentos", ha explicado Cristina Gómez.
Por otro lado, María Teresa González señala el estándar de calidad como la raíz del problema: "La fruta que se comercializa es el 60% de la fruta que se cultiva, buena parte del otro 40% se desecha de la cadena de suministro porque no se considera válida por tamaño o apariencia. Este ideal de fruta perfecta no encaja con el modelo actual de distribución ni de consumición", apunta.
Para Carolina Bonafonte, el reto está en la velocidad: "hay que ser muy eficientes para conseguir que se donen los productos frescos desechados de la cadena de suministro. Suele llegar con fechas muy justas por lo que la coordinación con entidades, donantes y personas con necesidades ha de ser rápida y eficaz".
Por último, Eduardo Pérez ha subrayado el papel de la tecnología en todo este proceso y para que "cualquier ineficiencia que pueda haber desemboque en un fin social".