MADRID 16 Feb. (EUROPA PRESS) -
El secretario de Estado de Energía, Fabricio Hernández, ha asegurado que nunca ha trabajado directamente para una empresa eléctrica sino que ha estado contratado en una consultoría y que su actividad actual es compatible con haber realizado un informe sobre la central de Santa María de Garoña para la empresa titular de la misma, Nuclenor.
Durante su primera comparecencia en la Comisión de Industria, Turismo y Comercio, Hernandez ha contestado a las acusaciones de la oposición que consideraban incompatible su cargo de secretario de Estado con su actuvidad anterior. "Yo he trabajado en una consultoría, por lo tanto existe ningún tipo de incompatibilidad entre el cargo del que me ocupo actualmente. Hice ese informe como empelado de NERA Economic Consulting", ha insistido.
Además, ha explicado que no ha sido accionista ni ha ocupado un cargo directivo, ni ha formado parte de un consejo de administración de ninguna empresa por lo que "no existe incumplimiento de ninguna Ley, ni hay conflicto de intereses" en este tema.
En dicho documento, Hernández llega a la conclusión de que Nuclenor perderá 951,4 millones por el cierre de la central, cantidad que, a su juicio, debería ser indemnizada por el Gobierno del que ahora forma parte. Por ello, CiU le ha preguntado si actualmente sigue pensando que la empresa necesita ser indemnizada, una pregunta a la que el secretario de Estado ha contestado con un "sí" rotundo. "Cómo no voy a estar de acuerdo si ese informe lo he firmado yo", ha dicho.
Hernández ha querido poner punto y final a este tema apuntando que ahora "es un problema judicial" y "sera un juez quien decida si la empresa debe ser indemnizada", por lo que "el Gobierno no tiene ninún papel en el cierre de Garoña".
Otras acusaciones de la oposición con las que ha tenido que lidiar Hernández son las que señalan un cambio de postura del Gobierno en relación a las centrales nucleares después de la aprobación, este martes, de la enmienda a la Ley de Energía Sostenible (LES) por la que se les permite operar a durante más de 40 años.
En este sentido, Hernández ha contestado que se ha introducido "una enmienda novedosa" en la LES que habla de forma "explícita" sobre la posibilidad de que las centrales superen los 40 años de vida, pero antes también podía darse esta situación.
"La política nuclear ha permitido siempre mantener con vida las centrales nucleares hasta los 40 años, que es su vida estándar, llevando a cabo una renovación prácticamente automática" con informes del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y "a partir de entonces podría seguir abierda hasta que sus titulares lo creyeran conveniente y mientras los informes fueran favorables", ha explicado.
Así, ha apuntado que "lo único" que aporta la enmienda aprobada ayer es que se "especifique" que, a partir de ahora, "el Gobierno de turno deberá tener en cuenta, además de los informes del CSN, otros factores medioambientales; de caracter económico; y sociales. "Estos parámetros ya se tuvieron en cuenta para el cierre de Garoña", ha detallado.
Aún así, ha asegurado que el Gobierno no está intentando cerrar Garoña con la nueva enmienda de la LES.