MADRID, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -
Inserta Empleo, la entidad de recursos humanos de Fundación ONCE, ha atendido en los últimos cuatro años a 3.302 mujeres con discapacidad víctimas de violencia de género y ya consolidado más de 1.225 inserciones laborales para ellas en el marco de su proyecto 'Mujeres en Modo ON VG'.
"Apostamos por el empleo para que las personas con discapacidad como fórmula imprescindible para que puedan ser dueñas de sus propias vidas, mujeres con discapacidad víctimas de violencia de género incluidas", ha explicado la secretaria general de Fundación ONCE e Inserta Empleo y directora de Transformación, Excelencia e Igualdad de Fundación ONCE, Virginia Carcedo.
'Mujeres en Modo ON VG' trabaja dando respuesta a las necesidades específicas de las mujeres con discapacidad víctimas de violencia de género para conseguir su retorno al mundo laboral. Para ello cuenta con personas expertas denominadas 'compass' (brújula en inglés), que están especialmente preparadas para diseñar un plan de entrenamiento y refuerzo personal.
La directora del programa Ana P. Cruz ha indicado que "los resultados cuantitativos y cualitativos del periodo 2020-2023 han permitido contar con la confianza del programa estatal FSE+ y fijar nuevos retos con un horizonte temporal hasta el año 2029. Entre ellos, contempla llegar al entorno rural, seguir promoviendo alianzas, concienciar y sensibilizar a empleadores para promover oportunidades de empleo, visibilizar las nuevas fuentes de conocimiento compartido a través del estudio "Ojo al Dato", y sobre todo seguir dando voz a las mujeres para poner rostro a esta realidad oculta a través del Libro "La Voz del Coraje".
MUJERES CON DISCAPACIDAD VÍCTIMAS DE VIOLENCIA DE GÉNERO
El 40,4% de las mujeres con discapacidad sufren violencia de género, frente al 32% de las mujeres sin discapacidad, según cifras de la Macroencuesta de Violencia de la Mujer recopiladas en 'Ojo al dato. Visibilidad de una realidad oculta a través del dato: mujer, discapacidad y violencia', el primer estudio realizado por Fundación ONCE-Inserta Empleo, que analiza esta realidad en España.
Un 57,6% de las mujeres que participan en el estudio han indicado que la discapacidad es previa a la violencia de género sufrida, frente al 27,6% que afirma es consecuencia de la violencia vivida.
Asimismo, el 13,4% de ellas señala que su salud ha empeorado como consecuencia de la violencia. Según se pone de manifiesto en el informe, en numerosas ocasiones son las propias víctimas las que se oponen a denunciar a su agresor porque su discapacidad las hace sentir todavía más frágiles, por miedo, culpabilidad, vergüenza, falta de redes de apoyo social o familiar o la dependencia económica del agresor.
En este sentido el coordinador de Estrategia de Datos de Fundación ONCE e Inserta Empleo, Luis Enrique Quífez, explica que el miedo a represalias o no ser consciente de que se está viviendo una situación de violencia de género hace que "el 34,5% de las mujeres con discapacidad de la muestra del estudio no hayan denunciado y el 4,3% hayan retirado la denuncia".