VALENCIA 24 Sep. (EUROPA PRESS) -
Bioparc Valencia tiene desde el pasado mes de agosto dos nuevos miembros, unas crías de leopardo nacidas de la pareja negombo e Inés, que tuvo un tercer cachorro que no logró sobrevivir. Según ha informado el recinto, se trata de una especie "muy amenazada y que difícilmente se reproduce con éxito en cautividad".
Tras el nacimiento de la primera cría de jirafa en marzo y el pequeño hipopótamo en julio, Bioparc Valencia ha recibido a dos nuevos miembros este mes de agosto. El grupo de leopardos del recinto está formado por dos hembras --Mamba, la pantera negra, e Inés, ambas nacidas en 2006 y procedentes de Francia y Holanda-- y un macho, Negombo, de 2005 y que llegó el pasado año del Zoo La Palmyre en Francia.
La pareja que se ha reproducido es la de Negombo e Inés, que han tenido tres cachorros, de los que han sobrevivido un macho y una hembra. Las dos crías por el momento se encuentran bien y permanentemente bajo el cuidado de la madre. El equipo técnico de Bioparc Valencia no ha querido alterar su comportamiento y mantiene a las crías en sus cobijos interiores hasta que sean vacunados y la madre se encuentre más tranquila.
El periodo de gestación dura alrededor de tres meses y la hembra puede tener de uno a seis cachorros por camada, aunque lo más común es de dos a cuatro. La madre suele transportar a las crías sujetándolas con los dientes por el cuello. Normalmente, los mantiene durante dos años y la esperanza de vida oscila entre los 20 y 25 años.
Los leopardos de Bioparc Valencia pertenecen a la subespecie de Sri Lanka, Panthera pardus kotiya, y son parte de un programa internacional de reproducción para establecer una población viable y autosuficiente en zoológicos que permita salvaguardar la existencia de esta hermosa raza en peligro de extinción.
Aunque no se trata de una especie africana, Bioparc Valencia decidió incluirla en su colección animal puesto que no hay ejemplares en zoológicos de subespecies africanas en peligro de extinción. Resultaba de "gran importancia" completar la recreación del hábitat africano con este gran depredador, ya que es el más importante de los bosques ecuatoriales africanos y, además, contribuir a su reproducción y recuperación, "como ahora se ha conseguido con gran éxito y que la gente pueda así conocerlo".
La situación de esta subespecie puede compararse a la del lince ibérico en España, el Lynx pardinus, un felino endémico de la Península Ibérica. Actualmente sólo existen dos poblaciones aisladas entre sí con un total de menos de 300 individuos, lo que lo convierte en el felino más amenazado del mundo. Tanto en el caso de esta subespecie de leopardos como en el lince ibérico, Bioparc Valencia tiene un claro compromiso en la conservación.