Publicado 08/04/2015 17:09

Las plagas de cucarachas, hormigas, avispas o chinches vuelven en primavera

Cucarachas, Cucaracha, Insecto
PP/EP

MADRID, 8 Abr. (EUROPA PRESS) -

El incremento de las temperaturas que llega con la primavera favorece la proliferación de plagas en los hogares, según la Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas (ANECPLA), que ha señalado que las más comunes son cucarachas, hormigas, avispas y chinches.

La organización destaca como "fundamental" mantener "en todo momento" unas "óptimas condiciones higiénicas" y si esto no es suficiente solicitar ayuda especializada en control de plagas.

En este sentido, añade que la prevención básica a la hora de frenar y evitar la aparición de estas especies que contaminan alimentos, que transmiten enfermedades y que perturban la paz en las viviendas.

ANECPLA advierte de la enorme capacidad de reproducción de estas plagas, aunque recuerda que su presencia aislada de estos animales no debe ser considerada una plaga.

En concreto, indica que las plagas más comunes son las de cucarachas, hormigas, avispas, chinches, roedores e insectos xilófagos, tales como termitas.

Sobre las cucarachas, expone que viven en zonas con humedad alta, comida abundantes y temperaturas adecuadas para su desarrollo (sin frío ni corrientes de aire). Cuando la población es importante, en una semana puede invadir otros lugares como conductos, grietas. También pueden trasladarse en cajas, bolsas y envases de distintas mercancías. Son animales de hábitos nocturnos, aunque podemos verlas durante el día si la población es muy alta o necesitan alimento.

Cuando percibimos la presencia de cucarachas en una casa, su control debe ser inmediato puesto que estos insectos son transmisores de enfermedades de gran alarma social como la disentería o la salmonelosis e incluso han sido identificadas como transmisores de alergias asociándose al asma.

Sobre las hormigas, ANECPLA apunta que no suponen riesgo para la salud, su presencia se vuelve muy incómoda. Las hormigas invaden los hogares para buscar alimentos, por lo que es "muy importante" que las despensas y cocinas se mantengan "extremadamente limpias" y evitar la acumulación de restos de comida como, por ejemplo, migas de pan debajo de los muebles o sobre las encimeras. Además, es fundamental que los alimentos se almacenen en recipientes herméticos siempre que sea posible para evitar que sean contaminados.

Respecto a la presencia de avispas, la asociación señala que su presencia se hace patente en primavera cuando empiezan a diseñar y construir sus avisperos en árboles y oquedades pero también en techos y ventanas de las edificaciones. Así, recuerda que las avispas habitualmetne solo atacan cuando sienten una amenaza sobre sí mismas o sobre el avispero, por lo que "nunca" hay que alejarlas con movimientos bruscos ni debe retirarse un nido sin ayuda profesional.

Mientras, los chinches de cama se ven favorecidos por el buen tiempo, que hace que aumenten los desplazamientos y las escapadas de fin de semana. Precisamente el tránsito de personas es uno de los factores determinantes en la aparición de chinches. Esta plaga, que desde hace unos años estaba erradicada en España, se ha convertido en un problema cada vez más habitual, especialmente en hoteles y hostales, pero también puede afectar a las viviendas.

Este insecto se localiza en las maletas y en la ropa, por lo que viaja con nosotros en nuestros traslados. De ahí la importancia de revisar bien el equipaje antes de volver a casa y lavar bien toda la ropa que viene en la maleta, tanto limpia como sucia, ya que cualquier prenda puede estar contaminada.

Los roedores son más comunes en alcantarillados y vertederos y ocasionalmente pueden penetrar en el interior al buscar calor y buen cobijo para cuidar sus crías y alimentarse en invierno. Lo normal es que se instalen en sus nidos en falsos techos y trasteros. Las especies que comúnmente podemos encontrar en los hogares son ejemplares de ratones o rata gris que además de transmitir graves enfermedades como salmonelosis, diarreas, fiebres o leptospirosis, pueden provocar importantes daños materiales al mordisquear las estructuras de los edificios o las instalaciones eléctricas.

Por otro lado, los insectos xilófagos, que se alimentan de madera como termitas, carcoma, capricornio de la madera, gorgojos, etc. Aunque están presentes en todo el territorio español, especialmente en los cascos antiguos de las ciudades donde aún existen edificios con estructuras de madera, también pueden afectar a la madera de nuestros muebles, ventanas o puertas. De este modo, aconseja vigilar algunos detalles que pueden ser signo de su presencia como, por ejemplo, la existencia de pequeños agujeros en los muebles o de serrín en el suelo.

PREVENCIÓN

Ante esta situación, ANECPLA subraya que estas plagas necesitan alimento, agua y un lugar donde cobijarse para subsistir, por lo que, para prevenir su aparición, es imprescindible no proporcionarle ninguna de estas tres cosas.

En concreto, recomienta limpieza y medidas de higiene como no dejar alimentos o agua sin tapar a su alcance y limpiar los restos de comida de mesas y encimeras, cerrar las bolsas y cubos de basura y corregir los defectos estructurales de las viviendas para impedir que aniden definitivamente.

Por otro lado, añade que en su proliferación también influyen otros factores difíciles de modificar, como la ubicación de la vivienda o el clima y aconseja que, en este caso, se acuda a un profesional.

A la hora de acudir a un profesional de control de plagas, ANECPLA recomienda que la empresa contratada esté inscrita en el Registro Oficial de Establecimientos y Servicios Plaguicidas/ Biocidas; que solo apliquen productos registrados y autorizados por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

Finalmente, añade que el personal encargado de realizar los tratamientos debe estar en posesión de la acreditación de formación correspondiente que le avale como especialista para desempeñar su labor.

El responsable del tratamiento tiene que informar de las medidas de seguridad que se deben tomar antes, durante y después de cada actuación y, especialmente, de los plazos de seguridad que deben ser de obligado cumplimiento.