BRUSELAS, 28 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Unión Europea y el Gobierno australiano han acordado este martes una 'hoja de ruta' para poder interconectar sus respectivos sistemas de comercio de emisiones de C02 de manera parcial en un primer momento a partir de 2015 y de forma plena desde 2018.
La interconexión permitirá básicamente adquirir unidades de carbono en el otro sistema y se traducirá en una reducción del coste de reducir la contaminación provocada por las emisiones, mejorará 'la liquidez' en el mercado de emisiones, además de contribuir a apoyar la cooperación internacional en la lucha contra el cambio climático, según ha informado la Comisión en un comunicado.
El acuerdo ha sido anunciado por el ministro de Cambio Climático y Eficiencia Energética australiano, Greg Combet, y la comisaria europea de Acción Climática, Connie Hedegaard, aprovechando su visita al país.
El Gobierno australiano se ha comprometido a abrir negociaciones para lograr interconectar de forma plena ambos sistemas con el Ejecutivo comunitario, que espera a su vez que los Veintisiete aprueben el mandato de negociación necesario en "los próximos meses".
Ambas partes se han comprometido a reconocer mutuamente la venta de sus respectivas unidades de emisiones de carbono y que la interconexión plena se logre como muy tarde el 1 de julio de 2018.
El Gobierno de Camberra se ha comprometido además a introducir modificaciones para no ejecutar el precio base de las unidades y a aplicar un nuevo límite para utilizar permisos de emisión elegibles para computar como reducción de emisiones atribuidas a los compromisos derivados de Kioto. Las empresas australianas podrán seguir cubriendo hasta el 50% de sus compromisos de reducción de emisiones a través de la compra de unidades internacionales y sólo el 12,5 por ciento a través de unidades atribuidas a Kioto.
Hasta que ambas partes promuevan la interconexión plena de sus sistemas, las empresas australianas podrán utilizar los permisos de la UE para ayudar a cumplir sus compromisos adquiridos en el país de acuerdo con el sistema de comercio de emisiones australiano desde el 1 de julio de 2015.
El ministro australiano ha confirmado que "desde hoy" las empresas australianas podrán comprar permisos de emisión en el sistema europea para cumplir sus compromisos nacionales de reducción de emisiones. "Estos acuerdos ofrecen a las empresas australianas un acceso a un gran mercado para reducir emisiones de forma eficaz desde el punto de vista del coste y ofrecer a los participantes del mercado europeo que refuercen sus oportunidades de negocio", ha agregado Combet.
Además, ambas partes se han comprometido a trabajar para llegar a un acuerdo para registrar los intercambios durante la fase inicial de la interconexión a mediados de 2013.
Hedegaard ha subrayado que el proyecto supondrá "la primera interconexión plena de sistemas de comercio de emisiones internacional" y constituirá "un logro significativo tanto para Europa como para Australia". "Constituye además una prueba de la cooperación internacional fuerte en materia de cambio climático y contribuirá a un mayor dinamismo para establecer un mercado internacional de carbono sólido", ha agregado.
El ministro australiano ha explicado por su parte que la interconexión de ambos sistemas "reafirma que los mercados de carbono son un vehículo clave para atajar el cambio climático y la manera más eficaz para lograr la reducción de emisiones".