La decisión del Tribunal Supremo del país apoya las denuncias de los indígenas y pide a la compañía cumplirla antes de abril de 2007
MADRID, 17 Abr. (EUROPA PRESS) -
La petrolera Royal Dutch/Shell deberá acabar con su práctica de incendiar el gas que se produce en sus oleoductos en el Estado del Delta, en Nigeria, y que emite una gran cantidad de gases de efecto invernadero a la atmósfera, según una nueva decisión del Tribunal Supremo nigeriano que ha dado un año de plazo a la multinacional para terminar con esta práctica tras las reiteradas denuncias interpuestas por la comunidad indígena 'Iwherekan'.
Asimismo, y según la sentencia, tanto el director ejecutivo de la petrolera en Nigeria, Basil Efoise --el primer nigeriano que ostenta este cargo--, como el ministro nigeriano para los Recursos Petrolíferos, Edmund Daukoru, que actualmente también es secretario general de la OPEP, deberán comparecer en una audiencia pública el próximo 31 de mayo para detallar qué planes prevén aplicar para acabar con esta práctica antes de abril de 2007.
Grupos ecologistas, entre ellos Amigos de la Tierra, y defensores de los Derechos Humanos como Amnistía Internacional han recibido con satisfacción esta sentencia que ratifica decisiones judiciales anteriores que ya calificaban esta práctica como "una violación de los derechos constitucionales a la vida y la dignidad".
Nigeria es el país donde se queman más gases de los oleoductos, produciendo niveles de emisiones de gases de efecto invernadero superiores a la combinación de todas las otras fuentes energéticas del África subsahariana, además de contaminar el entorno. Shell anunció hace unos meses su intención de acabar con esta práctica antes de 2009.
"GUERRA DEL PETRÓLEO"
ONG tanto del país como de ámbito internacional, como Environmental Rights Action Nigeria (ERA), Groundwork o Mangrove Action Project, llevan varios años denunciando las enfermedades y muertes producidas en esta zona por la contaminación y los continuos derrames que además, están afectando a los manglares, la biodiversidad y la vida marina.
Según estas ONG, "la región entera está inmersa en lo que podría llamarse una 'Guerra del Petróleo' promovida por la avaricia descontrolada de los conglomerados multinacionales del petróleo casados desde hace mucho tiempo con sus omnipresentes amigotes en el Gobierno, al mejor estilo de la mafia".
Los múltiples derrames de petróleo y filtraciones de los oleoductos saturan la tierra y los cursos de agua hasta tal punto que, como señala un habitante local, "ahora no hay peces cerca de la costa, los manglares están muriendo, nuestros cultivos no quieren crecer, el agua de los pozos está contaminada y ni siquiera el agua de lluvia se puede beber".
En junio de 2005 varias comunidades presentaron acciones legales contra el Gobierno y algunas compañías petroleras, además de Shell, como ExxonMobil y ChevronTexaco, por emisión de gases contaminantes que, en muchos casos, están prohibidas por ley.
Concretamente, la comunidad indígena 'Iwherekan', del Estado del Delta, demandó a Shell Petroleum Development Company of Nigeria Ltd, a la Corporación Nacional del Petróleo de Nigeria y al Fiscal General de la Federación de Nigeria solicitando que la división de Benín del Tribunal Supremo Federal declarase que la combustión de gas "es ilegal y nociva para la salud y el Medio Ambiente", constituyendo "una violación del derecho a la vida tal como lo garantiza la Constitución de la República Federal de Nigeria, con el respaldo de la Carta Africana de los Derechos Humanos y de los Pueblos".
En Nigeria el petróleo se encuentra en reservas fragmentadas relativamente pequeñas sobre el delta del Níger. Gracias a una red de cañerías, los pozos situados en varios yacimientos alimentan una única central petrolera.
Un oleoducto de mayor tamaño transporta posteriormente el petróleo extraído hasta las refinerías o las terminales de embarque con la ayuda complementaria de tanques de almacenamiento y estaciones de bombeo a lo largo del camino. Esta infraestructura en sí misma ocupa y atraviesa la práctica totalidad del territorio.
NO HAY VENCEDORES, SOLO VICTIMAS
A juicio de estas ONG, en esta 'guerra del petróleo' "no puede haber vencedores", sino sólo víctimas, porque al final "todos y cada uno de los habitantes de este planeta vamos a salir perdiendo".
Estos 'quemadores de gas', más de un centenar, "han ardido sin cesar durante décadas, sin control alguno, contribuyen al calentamiento global, iluminando con una luz espectral el camino al desastre natural inminente", afirman las ONG. Entretanto, "los múltiples derrames de petróleo y las filtraciones de los oleoductos "saturan la tierra y los cursos de agua", añaden.
En noviembre de 2004 este mismo Tribunal dictó una primera sentencia histórica, --que ahora se ha ratificado con una fecha concreta en el calendario--, por la que las empresas debían suspender la combustión de gas en el Delta del Níger, dado que constituye "una violación de los derechos a la vida y la dignidad garantizados en la Constitución".
Según el fallo del juez C. V. Nwokorie, dictado en la ciudad de Benín, la práctica perjudicial y derrochadora de las principales empresas, incluidas ExxonMobil, ChevronTexaco, TotalFinaElf, Agip y Shell, "no puede continuar legítimamente "y debe cesar, puesto que la combustión de gas ocurrida durante sus actividades de exploración y producción de petróleo en la comunidad 'Iwherekan' "constituye una violación de sus derechos fundamentales a la vida, --que incluye un Medio Ambiente saludable--, y la dignidad de las personas".
Por el momento, la petrolera Shell ya tiene fecha concreta para abandonar en la zona estas prácticas contaminantes.