Publicado 24/05/2024 11:11

Los 27 adoptan la ley que sanciona a empresas que socaven DDHH y el medio ambiente pero rebajan su alcance

Archivo - FILED - 10 March 2022, France, Versailles: The flag of the European Union flies outside the chateau in Versailles. The European Commission in Brussels is to propose stricter rules for assessing the sustainability of companies on Tuesday, aimed a
Archivo - FILED - 10 March 2022, France, Versailles: The flag of the European Union flies outside the chateau in Versailles. The European Commission in Brussels is to propose stricter rules for assessing the sustainability of companies on Tuesday, aimed a - Kay Nietfeld/Dpa - Archivo

BRUSELAS, 24 May. (EUROPA PRESS) -

Los Veintisiete han dado este viernes luz verde final a la directiva de diligencia debida sobre sostenibilidad corporativa (CSDDD, por sus siglas en inglés), que prevé multas y sanciones para las grandes empresas que socaven los derechos humanos y el medio ambiente, aunque han rebajado el alcance de la propuesta inicial, por lo que afectará a menos compañías de las que estaba previsto.

La nueva norma introduce obligaciones para las grandes empresas en relación con los impactos adversos de sus actividades sobre los derechos humanos y la protección del medio ambiente, aunque no sólo afecta a las operaciones de las multinacionales, sino también a las actividades de sus filiales y a las de sus socios comerciales a lo largo de la cadena de actividad.

El texto pactado en diciembre entre el Consejo y el Parlamento Europeo preveía que estas nuevas reglas se aplicasen a las compañías europeas con más de 500 empleados y una facturación mundial neta de más de 150 millones de euros y a las compañías con más de 250 empleados y con una facturación superior a 40 millones de euros si, al menos, 20 millones proceden de sectores específicos como el textil, la agricultura, la pesca, las materias primas agrícolas o materiales de construcción.

Sin embargo, los Estados miembro, que han cedido a la presión de países como Alemania, han reducido esa ambición, por lo que la directiva afectará, finalmente, a empresas de más de 1.000 empleados con un volumen de negocios de más de 450 millones de euros.

Las empresas afectadas por la legislación adoptada hoy tendrán que adoptar e implementar un sistema basado en riesgos para monitorear, prevenir o remediar los derechos humanos o los daños ambientales identificados por la directiva.

Las empresas afectadas por la legislación tendrán que adoptar e implementar un sistema basado en riesgos para monitorear, prevenir o remediar los derechos humanos o los daños ambientales identificados por la directiva.

La directiva exige que las empresas garanticen el respeto de los derechos humanos y las obligaciones medioambientales a lo largo de su cadena de actividades y, de identificarse una violación de estas obligaciones, las empresas deberán tomar las medidas adecuadas para prevenir, mitigar, poner fin o minimizar los impactos adversos que surjan para sus propias operaciones, las de sus filiales y las de sus socios de negocios en su cadena de actividades.

Además, tendrán que adoptar y poner en práctica un plan de transición climática que garantice que su modelo de negocio cumplirá con la limitación del calentamiento global a 1,5°C, en consonancia con las disposiciones del Acuerdo de París.

Las capitales tendrán dos años para implementar las normas y procedimientos administrativos para cumplir con la directiva, que se aplicará de forma gradual en función del tamaño de las empresas empezando por aquellas con más de 5.000 empleados y 1.500 millones de euros de facturación, hasta aquellas que superen los 1.000 empleados y una facturación de 450 millones de euros.