MADRID, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -
Una producción de alimentos que cumpla con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y favorezca los productos locales y de temporada, fomentando la economía circular y las explotaciones familiares, es una de la conclusiones del primer 'Libro Blanco de la Alimentación sostenible en España: enfoque global y medidas concretas', de la Fundación Daniel y Nina Carasso desarrollada en colaboración con la Fundación Alternativas.
En el estudio han colaborado más de 50 investigadores y profesionales del tercer sector, identifica y propone las principales claves para lograr una transición hacia sistemas alimentarios sostenibles y resilientes.
Los autores de la investigación apuntan la necesidad de que la ciudadanía esté "bien informada y sea capaz de tomar decisiones de consumo conscientes, adoptando un papel de agente activo en el proceso, obteniendo la información necesaria desde las etapas educativas y practicando hábitos alimentarios sostenibles en los comedores escolares".
Un cambio en los marcos políticos e institucionales es otro requisito que el libro plantea para transitar hacia una alimentación sostenible. Sobre este punto, la compra pública de alimentos sostenibles puede generar un importante crecimiento de su demanda y redundar en potenciar unas relaciones económicas y laborales justas y transparentes para obtener alimentos de manera respetuosa con el medio ambiente.
Asimismo, permitiría ofrecer alimentos más saludables a colectivos especialmente sensibles, como son los centros educativos, sociosanitarios o penitenciarios. Sin embargo, apunta el Libro Blanco, para avanzar en ello es necesario que la compra pública cuente con una legislación más adecuada que estimule su efectividad, mejorando la coordinación entre las distintas administraciones y reforzando la formación y capacitación del personal técnico y del liderazgo político.
El Libro Blanco también sugiere corregir las disfunciones del sistema alimentario, derivadas en muchas ocasiones de la falta de consideración de las externalidades negativas ambientales y sobre la salud que provoca el diseño inadecuado de los instrumentos financieros de las políticas públicas, o de una desigual distribución de los beneficios y costes del funcionamiento del sistema.
En este sentido, apunta como necesario "modificar la fiscalidad que se aplica a ciertas actividades productivas y a los propios alimentos" para mitigar los efectos externos negativos sobre el medio ambiente o la salud. También es importante "modificar los sistemas de ayudas, como los de la Política Agraria Común (PAC), y reorientarlos hacia modelos de producción respetuosos con la naturaleza.
CADENA DE VALOR
En lo que se refiere a la cadena de valor, esta ha de ser equilibrada, transparente, inclusiva y resiliente. Para ello, los actores implicados han de tener un reparto equitativo que permita cumplir con los Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) y conseguir una economía circular que integre a las explotaciones familiares, basada en la investigación e innovación, favoreciendo los productos locales y de temporada, los mercados campesinos y la agroecología. "El suelo agrícola debe ser protegido, sobre todo en las zonas periurbanas y los seguros agrarios deben ser potenciados, así como el ahorro energético y las energías renovables", recoge el libro.*
Por otro lado, la producción alimentaria debe estar en equilibrio con la naturaleza. Desde una posición de respeto hacia el medio ambiente, la resiliencia y el empoderamiento de las personas que se dedican al sector agroalimentario cobran un papel primordial frente a un mundo globalizado y sometido al cambio climático.
Igualmente, se apunta que el modelo productivo debe ser capaz de generar rentas dignas y unas adecuadas condiciones de trabajo, incorporando a las mujeres al sector y protegiendo a los trabajadores frente a los elementos tóxicos y contaminantes empleados en la producción. A este respecto, "el conocimiento científico, la innovación y el acceso a la digitalización deben ser herramientas básicas para el desarrollo del marco productivo que propone el Libro Blanco de la Alimentación Sostenible en España, además de una profunda consideración por la agroecología y la pesca sostenible", recoge el documento.