CÁDIZ 13 Mar. (EUROPA PRESS) -
La delegada territorial de Turismo, Cultura y Deporte en Cádiz, Tania Barcelona, acompañada por la secretaria general provincial de Turismo, María Luisa Real, y la jefa de servicio de Turismo, Beatriz Moya, ha subrayado que la nueva Ley de Turismo Sostenible de Andalucía "llega para proteger nuestro legado", al tiempo que "va a generar oportunidades desde la sostenibilidad, consolidando un sector que es clave para la economía andaluza y la de la provincia de Cádiz".
La delegada territorial ha presentado al sector turístico de la provincia el anteproyecto de esta nueva ley, que comenzó a tramitarse tras su aprobación en Consejo de Gobierno el pasado 18 de febrero, y cuyo objetivo es la ordenación, planificación y promoción del turismo sostenible en el marco del principio de sostenibilidad ambiental, económica y social, así como la definición de la política turística, sus principios y criterios de actuación, como ha indicado la Junta en una nota.
El encuentro ha contado con la presencia de responsables del Patronato Provincial de Turismo de la Diputación, de ayuntamientos gaditanos, la Asociación Provincial de Agencias de Viajes de Cádiz, la Asociación de Empresarios Turísticos de la provincia, Horeca, la Asociación de Guías de Turismo de la provincia, la Fundación Vía Verde de la Sierra y el Clúster Jerez.
Barcelona ha dejado claro el compromiso del Gobierno andaluz con un desarrollo sostenible y, en este sentido, ha insistido en que la nueva norma "va a fomentar la colaboración entre administraciones y empresas para consolidar un modelo de calidad que no sólo respete la identidad andaluza, sino que también promueva un empleo estable, generando oportunidades".
Para la delegada esta reunión con el sector es "fundamental", ya que a través de la misma se ha podido recoger sus propuestas de forma que puedan enriquecer esta nueva ley.
Así, el texto introduce por primera vez el concepto de política turística e incluye el Observatorio para la Sostenibilidad Turística Local, en el que colaboran las entidades locales andaluzas a través de la FAMP, las empresas del sector a través de la CEA y la Junta de Andalucía a través de la consejería competente en materia de turismo.
El anteproyecto introduce una nueva categoría de instrumento de planificación, con la denominación de instrumentos singulares de planificación, que permiten adecuar la actividad planificadora a las necesidades y oportunidades de los destinos y del sector turístico.
Dentro de los Instrumentos Singulares de Planificación se reconoce la posibilidad de elaborar planes turísticos de zonas rurales. Así, se suprime el límite de 100.000 habitantes para la clasificación turística de los municipios, permitiendo una graduación y categorización "más precisa" en función de su actividad turística.
En cuanto a las viviendas de uso turístico, hace un reconocimiento expreso sobre que deben desarrollarse en suelos que tengan reconocido un uso turístico específico distinto del residencial, aunque compatible con éste. Asimismo, se dispone que, para destinar un inmueble a vivienda de uso turístico, se precisará de la correspondiente solicitud de licencia o presentación de declaración responsable de cambio de uso ante el ayuntamiento correspondiente.
Respecto a derechos y obligaciones de los usuarios de servicios y empresas turísticas, se subraya la importancia de los principios de hospitalidad y de convivencia como marco ético de referencia y principio básico del turismo en Andalucía. Además, se añaden obligaciones específicas de información para las empresas, como las que han de cumplir plataformas y comercializadoras de servicios turísticos.
En el ejercicio de la actividad turística por las personas prestadoras de servicios turísticos, se regula con mayor detalle la consideración de actividad clandestina y oferta ilegal.
Por otro lado, se incluye una sección específica para regular las*viviendas de uso turístico, figura no regulada hasta ahora en la actual Ley de Turismo. Se incluyen expresamente en la norma como servicio de alojamiento turístico y se hace referencia a la necesaria ordenación y desarrollo, haciendo mención a los principios básicos de registro y a la declaración responsable como elementos necesarios para la comercialización e inicio de la actividad. Por primera vez, se explicita la apuesta por la competitividad turística, y se desarrolla el concepto mediante acciones de promoción, calidad e innovación turística.
Respecto a la promoción, se establecen sus principios de actuación, así como la decidida apuesta en el texto por la cogobernanza a través del trabajo en común dirigido hacia mayores cotas de convivencia en actuaciones emprendidas y compartidas con las entidades locales, los agentes sociales y asociaciones empresariales en dicha actividad de promoción.
Por último, se incluye por primera vez y se añaden los objetivos de un modelo de gestión basado en la gestión inteligente de los datos del sector y la transferencia del conocimiento como base del modelo de gestión. Además, se definen los destinos turísticos inteligentes y las actuaciones de I+D+i en materia de turismo.