La Junta libera 15 ejemplares de cercetas pardillas en la laguna de Medina en Jerez de la Frontera

CÁDIZ 5 Mar. (EUROPA PRESS) -

El director gerente de la Agencia de Medio Ambiente y Agua de Andalucía, Javier de Torre, y el delegado territorial de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul del Gobierno andaluz, Óscar Curtido, han participado en la suelta de 15 ejemplares de cercetas pardillas al medio natural en la laguna de Medina, en Jerez de la Frontera (Cádiz).

Durante esta actuación, De Torre ha subrayado "el esfuerzo que lleva realizando el Gobierno andaluz desde la puesta en marcha del plan de conservación de la cerceta pardilla en 2002, con actuaciones de reintroducción como la realizada en la laguna de Medina, al ser un hábitat idóneo para esta especie amenazada y en peligro de extinción".

Asimismo, ha añadido que, precisamente, "una de las causas que afectan a la cerceta es la degradación de los ecosistemas acuáticos, especialmente importantes para la temporada de cría".

Por su parte, el delegado territorial Óscar Curtido ha destacado "el trabajo realizado para posibilitar la liberación de los ejemplares de esta especie de pato, la más amenazada de Europa, y para favorecer su adecuada reincorporación en el medio natural".

También ha incidido en "la apuesta de la Junta de Andalucía por la conservación de estas aves y la riqueza de los distintos espacios naturales de nuestra provincia, que sirven como hábitat para una diversa avifauna", además de resaltar "el compromiso para proteger nuestra biodiversidad".

Las 15 cercetas liberadas nacieron en cautividad en la reserva natural concertada Cañada de los Pájaros, que se encuentra en Sevilla, donde se lleva a cabo un programa de cría en cautividad de especies amenazadas. Los ejemplares que se han soltado nacieron en la primavera de 2022 en este centro. En la laguna de Medina, donde se ha realizado la suelta este domingo, ya se habían liberado 26 ejemplares de esta especie en 2021.

Esta suelta se enmarca en el proyecto LIFE Cerceta Pardilla, en el que participa la Junta de Andalucía, una iniciativa que se puso en marcha dada la grave situación de esta especie. Esta iniciativa tiene el objetivo de mejorar el estado de conservación de 3.000 hectáreas de humedales para revertir el riesgo de extinción de esta ave.

Este proyecto para proteger a la cerceta pardilla, coordinado por la Fundación Biodiversidad, cuenta también con la cooperación de la Generalitat Valenciana, el Gobierno de la Región de Murcia, SEO/BirdLife y la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE).

La labor que está desarrollando el Gobierno andaluz para proteger a la cerceta pardilla contempla, entre otras acciones, el desarrollo de un programa de cría y el refuerzo de las poblaciones silvestres mediante la liberación de aves nacidas en cautividad, ha indicado la Junta en un comunicado.

MÉTODO DE SUELTA Y PROTECCIÓN DE LA ESPECIE

La suelta de ejemplares se realiza mediante jaulones de aclimatación en las orillas de la laguna, que permiten la adaptación progresiva de los ejemplares a la zona donde se produce la liberación, recibiendo alimento a diario por parte de los técnicos de esta Consejería.

Todas las aves están marcadas con anillas que permiten su seguimiento a distancia y alguna está equipada con un dispositivo de seguimiento remoto (emisor satélite) que hace posible conocer su movimiento. De este modo, el Gobierno andaluz podrá contar con información relativa a sus patrones de desplazamiento y al uso que se realiza de los humedales.

Desde la Junta de Andalucía se vela por la protección de esta especie en peligro de extinción. La cerceta pardilla es un pato pequeño que nidifica en España, principalmente en dos núcleos: las marismas del Guadalquivir y los humedales del sur de Alicante.

Hasta la mitad del siglo XX, esta ave acuática era el pato más abundante de las marismas del Guadalquivir y se contaban las parejas reproductoras por miles. Sin embargo, amenazas como la degradación de los humedales y la caza ilegal han contribuido a llevar a esta especie al borde de la extinción. En 2018 fue declarada como 'especie en situación crítica en España'.