CÓRDOBA 2 May. (EUROPA PRESS) -
Las Unidades de Cirugía Pediátrica y Anestesia Infantil del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba incorporan nuevas técnicas en el manejo del dolor del paciente pediátrico. Los profesionales de estas unidades vienen realizando desde hace años técnicas de anestesia locorregional que, desde 2013, han comenzado a combinar bajo control ecográfico intraoperatorio.
Así lo ha indicado la Junta de Andalucía en una nota en la que ha señalado que esta incorporación se ha realizado de forma progresiva y actualmente el 50 por ciento de los pacientes que son intervenidos en la Unidad de Cirugía Pediátrica se benefician de estas técnicas.
La utilización de la ecografía intraoperatoria ha sido posible gracias a la formación y adquisición de un aparato de ultrasonografía por el grupo de anestesia infantil, que permite una mayor precisión en el desarrollo de las técnicas, ya que posibilita la visualización directa de estructuras nerviosas, tejidos, detección de posibles riesgos (por ejemplo, variantes anatómicas que presente el paciente) con el consiguiente incremento de la seguridad del paciente.
Según ha explicado la directora de la Unidad de Gestión Clínica de Cirugía Pediátrica del Hospital, Rosa María Paredes, "el objetivo fundamental del empleo de anestésicos locales en pediatría es la analgesia, tanto para procedimientos quirúrgicos como para control de dolor".
La incorporación de estas técnicas ecoguiadas en el manejo del dolor, aporta importantes ventajas para el paciente pediátrico como la disminución del estrés postquirúrgico y del dolor postoperatorio así como permitir determinar la dosis de anestésico local individualizada para cada paciente (ya que se conoce mejor la anatomía del paciente, los tejidos y estructuras nerviosas gracias a la ecografía), mejorar la calidad del bloqueo, menor necesidad de fármacos analgésicos intravenosos, ausencia de efectos adversos como nauseas y vómitos y, en general, una disminución de la morbilidad postoperatoria.
Por el momento, estas técnicas de bloqueo periférico o centrales se emplean en las cirugías más prevalentes. Concretamente, se están aplicando en pacientes pediátricos con necesidad de cirugía abdominal (como alternativa a la epidural); pacientes de cirugía mayor ambulatoria (hernia umbilical o hernia inguinal, por ejemplo) y también en pacientes que presentan dolor severo postoperatorio (cirugía urológica, torácica, intestinal, oncológica o de malformaciones anorectales).
En estos últimos casos, los anestesistas pediátricos, colocan bombas de analgesia epidural continua que facilitan el manejo del dolor durante los primeros días del postoperatorio en la planta de hospitalización. Esta técnica facilita que el paciente (en el caso en el que la edad lo permita) o familiares puedan implicarse en el control del dolor, con un mayor grado de satisfacción de los pacientes y de los familiares.
Según ha detallado directora de la Unidad de Gestión Cínica, "la introducción de estas técnicas forma parte del abordaje integral del dolor en el paciente quirúrgico pediátrico, cumpliendo los criterios y estándares de calidad, que nos permitan lograr el distintivo de centro sin dolor".
"Es importante --ha añadido-- seguir avanzando en la disminución del dolor en la población infantil con incorporación de nuevas técnicas tanto en su valoración como en su tratamiento y seguimiento, así como en la concienciación e implantación de una cultura de hospital sin dolor".
En esta línea, Paredes ha comentado que "para ello es fundamental el trabajo en equipo de anestesiólogos, cirujanos pediátricos, enfermería etc, es decir de todos los profesionales implicados en el proceso quirúrgico, siendo muy importante la incorporación en el equipo de los padres".
PREVALENCIA E IMPACTO
El dolor supone un problema de alta prevalencia e impacto, no solo sobre los individuos que lo padecen, sino también sobre la sociedad y el sistema sanitario. Pese a existir medios técnicos suficientes para minimizarlo o solucionarlo, a menudo es un problema infraevaluado e infratratado.
A este respecto, el plan andaluz de atención a las personas con dolor intenta abordar de manera integral este problema y ha desarrollado, entre otras iniciativas, el distintivo de centros contra el dolor, que permite a centros sanitarios y unidades tener unos criterios y estándares de calidad con los que guiarse para mejorar la atención sanitaria a las personas con dolor.