CÓRDOBA 7 Feb. (EUROPA PRESS) -
Profesionales de Otorrinolaringología del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba y afectados por la Enfermedad de Ménière se han unido este martes para concienciar sobre esta enfermedad con la instalación de una mesa informativa de la Asociación de Síndrome de Ménière (Asmes), en la que pacientes, familiares y profesionales han podido trasladar algunas de las causas y síntomas más frecuentes de esta enfermedad.
Así lo ha indicado la Junta de Andalucía en una nota en la que ha señalado que la Enfermedad de Ménière afecta al oído interno y presenta un cuadro clínico de vértigos rotatorios recurrentes de horas de duración, con asociación de hipoacusia y acúfeno.
Esta enfermedad presenta una incidencia aproximada de cinco nuevos casos por cada 100.000 habitantes al año y una prevalencia de unos 200 casos acumulados por 100.000 habitantes. Aproximadamente en el Área de referencia Hospitalaria se registran cada año a unos 25 casos nuevos y 900 acumulados.
Estos pacientes son atendidos por el servicio de Otorrinolaringología del Hospital Reina Sofía en la consulta de Patologías Vestibulares. Estas personas llegan normalmente derivados desde Atención Primaria a la consulta de Otorrino general y allí, los especialistas filtran los casos y los derivan a la Consulta específica, con una primera impresión diagnóstica, que será confirmada o modificada en esta consulta.
Los vértigos agudos y recurrentes en general son un frecuente motivo de consulta y generan (tanto por las crisis, como por las caídas que provocan) numerosas pruebas diagnósticas y medicación, así como repercusión social, por las prolongadas bajas laborales. Además, en el caso de la Enfermedad de Ménière, a estas dificultades se le suman en ocasiones gran discapacidad auditiva y del equilibrio.
INCIDENCIA ELEVADA
La incidencia del vértigo recurrente es elevada y puede incidir cada año como casos nuevos hasta en un cuatro por ciento de la población. Las tres causas más comunes del vértigo recurrente en orden de frecuencia son el Vértigo Posicional Paroxístico Benigno (VPPB), la Migraña Vestibular y la Enfermedad de Ménière.
Comparando la incidencia de esos tres diagnósticos, por cada 25 nuevos casos de vértigos recurrentes, 16 corresponden a VPPB, ocho a Migraña Vestibular y solo uno a la Enfermedad de Ménière.
Según ha explicado el director de la Unidad Vestibular del Hospital Reina Sofía, Antonio Jiménez, "aunque estos tres tipos de vértigo recurrente comparten aspectos, se diferencian en otros, que ayudan a distinguirlos".
Por ello, "en su detección para un adecuado tratamiento es fundamental el correcto diagnóstico diferencial mediante la entrevista, exploración clínica detallada y, en algunos casos, mediante las pruebas instrumentales", ha afirmado Jiménez.
El diagnóstico de todas las Patologías Vestibulares se fundamenta en la Historia Clínica, por ello se requiere una entrevista amplia, que incluye antecedentes familiares, personales, y descripción detallada de las crisis de vértigo, su carácter espontáneo o provocado, su número, frecuencia y duración, y la ausencia o presencia de otros síntomas asociados auditivos o neurológicos como migraña, sonofobia, fotofobia, acúfeno, tensión aural e hipoacusia son fundamentales, y una exploración clínica minuciosa.
TRATAMIENTO
Jiménez ha subrayado que "en el abordaje del tratamiento es fundamental informar detalladamente al paciente sobre los distintos aspectos de su enfermedad y sobre cómo tratar los tres síntomas principales".
En este sentido es importante para garantizar que el paciente interiorice su enfermedad, que conozca detalladamente en qué consiste esta, cuál es la evolución previsible de las crisis de vértigo, audición y acúfeno; y la indicación individual del tratamiento médico a seguir que incluye consejos sobre la dieta y el estilo de vida, fármacos por vía oral; fármacos intratimpánicos; laberintectomia química; cirugía; del saco endolinfático; neurectomía Vestibular y laberintectomía (asociada a implante coclear).
El paciente es revisado periódicamente para valorar la respuesta personal al tratamiento y en caso necesario modificarla al escalón terapéutico superior.