CÓRDOBA 14 Mar. (EUROPA PRESS) -
Más de 800 ciudadanos del ámbito de actuación del Distrito Sanitario Córdoba y Guadalquivir han participado en actividades formativas impartidas por profesionales del Dispositivo de Cuidados Críticos y Urgencias (DCCU), iniciativas con la que se pretende aumentar el número de personas que conocen cómo actuar ante estas situaciones para poner en marcha la cadena de supervivencia en el menor tiempo posible.
En un comunicado, La Junta de Andalucía ha informado de que estas actividades han tenido como fin transmitir la importancia de una pronta y correcta actuación por parte de cualquier ciudadano ante una situación de pérdida de conciencia de otra persona que puede ser debida a una parada cardiorrespiratoria.
En este sentido, el objetivo es trasmitir a los asistentes que unas nociones y pautas de actuación básicas pueden contribuir de manera decisiva a salvar vidas atendiendo a la parte teórica y posteriormente, realizando las prácticas oportunas con muñecos y voluntarios.
Por ello, los participantes en los distintos talleres han sido personas de todas las edades y procedencias como cuidadoras de personas dependientes de Adamuz (Córdoba), miembros de asociaciones como la Asociación Pro Inmigrantes de Córdoba (APIC) o el Centro de la mujer de la localidad cordobesa de Fuente Palmera, trabajadores de corporaciones locales de Córdoba como El Carpio y Villaharta, profesionales de la residencia de mayores de Villaharta aunque, en su mayoría jóvenes de varios colegios, institutos y centros de formación
Desde hace varios años, los profesionales de la Unidad de Gestión Clínica DCCU tienen como objetivo formar en técnicas de detección de paradas cardiorespiratorias y realización de maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) y primeros auxilios a escolares de diferentes ciclos formativos.
Por ello, se adapta el taller al perfil del alumnado con el objetivo de incorporar esta formación al ciclo educativo para que se familiaricen y se conciencien de la importancia de su actuación desde edades tempranas y a lo largo del proceso de formativo de nuestros jóvenes.
En estas actividades han participado alumnos de segundo y tercero de Educación Secundaria Obligatoria del Instituto García Méndez, del Centro de Educación Infantil y Primaria García Méndez, también del García Vinuesa, así como alumnos del primer curso de Bachillerato del Centro de Educación Gran Capitán, de quinto y sexto de Primaria de la Escuela Infantil Luis de Góngora de Almodóvar de Río (Córdoba) y del ciclo superior de Educación Infantil, de Formación Profesional Básica Rama Administrativo, del ciclo formativo de grado medio de Auxiliar de Enfermería.
La iniciativa ha permitido que los alumnos, al finalizar el curso, fueran capaces de identificar una pérdida de conciencia, ausencia de respiración, parada cardiorrespiratoria, así como de alertar a los servicios de urgencias y emergencias a través del 112 ó 061, además de aplicar técnicas de reanimación cardiorrespiratoria básica, maniobras de desobstrucción de la vía aérea y controlar hemorragias.
Asimismo, se ha formando a los asistentes en los síntomas de alarma del Ictus y sobre cómo actuar de forma sistemática ante las situaciones de emergencia, insistiendo en la aplicación de medidas de forma ordenada, aplicar las medidas de seguridad para evitar riesgos añadidos, diferenciar entre situaciones leves y las de riesgo vital.
CADENA DE SUPERVIVENCIA
La secuencia de actuaciones que determinan un aumento de la supervivencia tras sufrir una parada cardiorespiratoria (PCR), viene descrita en lo que se ha llamado la 'Cadena de Supervivencia', que consta de cuatro eslabones bien diferenciados y todos a su vez imprescindibles.
La secuencia de estos eslabones es la rapidez en alertar al servicio de emergencias sanitarias (061); el inicio precoz de las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) básica, hasta que llegue el equipo sanitario; la desfibrilación precoz, que se refiere al tratamiento eléctrico de la arritmia que ha producido la PCR; y la asistencia y traslado al hospital por un equipo de emergencias sanitarias.
Se hace imprescindible establecer una estrategia de formación en maniobras de RCP básica a toda la población para asegurar los dos primeros eslabones de la cadena y por tanto mejorar la supervivencia de los pacientes que han sufrido una PCR mediante el entrenamiento del personal no sanitario en el manejo inicial de estas situaciones.
FORMACIÓN
Aplicar técnicas de resucitación cardiopulmonar en los minutos posteriores a un episodio de crisis mientras llega la asistencia sanitaria ayuda a evitar muertes o secuelas neurológicas de carácter irreversible. Las guías internacionales aconsejan que las personas del entorno de los pacientes que hayan padecido enfermedades coronarias se formen a este respecto.
Esta actividad se enmarca dentro del programa andaluz 'Aprende a Cuidar su Corazón' orientado a formar a los ciudadanos en las técnicas de soporte vital básico así como a informar acerca de los hábitos de vida saludables para prevenir enfermedades cardiovasculares, factores de riesgo y signos de alerta ante posibles episodios cardíacos.
Las enfermedades del corazón suponen un importante problema de salud. Las patologías cardiovasculares, en general, y el infarto agudo de miocardio, en particular, siguen siendo la primera causa de muerte en todos los países industrializados. El 60 por ciento de fallecimientos por muerte súbita de origen cardíaco ocurrió en el domicilio del paciente; en un 50 por ciento de los casos fue presenciado por familiares y en la mayoría de ellos (70 por ciento) no se iniciaron maniobras de soporte vital.