Actualizado 03/01/2025 11:17

Impulsan medidas para reducir la vulnerabilidad de las altas cumbres ante el cambio climático

Visita del delegado territorial de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta en Granada, Manuel Francisco García, a las actuciones del PIMA Adapta en la provincia
Visita del delegado territorial de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta en Granada, Manuel Francisco García, a las actuciones del PIMA Adapta en la provincia - JUNTA

BAZA (GRANADA), 3 (EUROPA PRESS)

La Junta de Andalucía ha impulsado un total de once actuaciones dentro del marco de los Planes de Impulso al Medio Ambiente (PIMA Adapta) con el objetivo de reducir la vulnerabilidad de la flora y la fauna frente al cambio climático y aumentar la resiliencia de los ecosistemas en la provincia de Granada.

Estas intervenciones prioritarias combinan investigación y conservación para minimizar los impactos ambientales y asegurar la supervivencia de especies en peligro, con ejemplos de flora como el narciso nevadensis ('Narccissus nevadensis'), la 'Artemisia nevadensis' y el tabaco gordo ('Atropa baetica'), según ha detallado la Junta en una nota de prensa.

Durante una visita al Parque Natural Sierra de Baza, el delegado territorial de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta en Granada, Manuel Francisco García, ha destacado la relevancia de estas soluciones innovadoras en ecosistemas de alta montaña y el litoral, que enfrentan serias amenazas debido al cambio climático.

"Con estos proyectos buscamos mejorar y mantener los hábitats donde se asientan poblaciones de especies protegidas y catalogadas como en peligro critico en el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas. Pretendemos reducir su amenaza y aumentar los efectivos de sus poblaciones mediante medidas que activen los núcleos existentes, creen nuevos núcleos y favorezcan su interconexión", ha señalado.

En concreto, en el Parque Natural Sierra de Baza las intervenciones se enfocan especialmente en especies como el 'Narcissus nevadensis', la 'Artemisia nevadensis' y la 'Atropa baetica'. Catalogadas como en peligro en el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas, son esenciales para la biodiversidad del ecosistema y representan indicadores clave de la salud ambiental de las altas cumbres.

Las actuaciones incluyen la creación de barreras protectoras, monitoreo constante y acciones para la restauración de hábitat degradados. Estas medidas también contribuyen a "mejorar el conocimiento sobre estas especies, permitiendo desarrollar estrategias más efectivas para su conservación a largo plazo", según han detallado desde la Junta este viernes.

De estos once proyectos del PIMA en Granada, ocho se centran en la vegetación de las altas cumbres y tres en el litoral granadino. Entre las acciones destacadas en los ecosistemas de alta montaña se encuentran las cuatro que se han llevado a cabo en el Parque Natural Sierra de Baza, dirigidas a proteger especies vulnerables mediante la instalación de cercados protectores que actúan como barrera frente a la herbivoría, asegurando así la regeneración y el crecimiento de las especies autóctonas en peligro crítico.

Además, una intervención en el Parque Natural Sierra de Castril, enfocada a la preservación del hábitat de la población allí localizada de la mariposa llamada niña de Sierra Nevada ('Polyommatus golgus'), especie catalogada como en peligro en el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas.

Ya en el Parque Nacional de Sierra Nevada, tres proyectos que combinan cercados protectores y medidas de restauración ecológica para las especies de flora y fauna denominadas algarabía de Granada ('Odontites granatensis'), Artemisia nevadensis, Narcisus nevadensis y el laserpicio de Sierra Nevada ('Laserpitium longiradium') y el lepidóptero mariposa del Puerto del Lobo ('Agryades zullichi'), todas ellas catalogadas como en peligro en este enclave de alta biodiversidad.

En el litoral granadino, las actuaciones se han centrado en la Zona de Especial Conservación Fondos Marinos de la Punta de Mona, con dos acciones destinadas a proteger hábitats de interés comunitario, mediante señalización informativa y la instalación de cercados de postes de madera que limitan el impacto humano; junto con una intervención similar en la playa de Carchuna-Calahonda para "conservar hábitats costeros de gran relevancia ecológica y fomentar la interpretación y el conocimiento por los ciudadanos de sus valores naturales".

García ha destacado que el PIMA Adapta es una herramienta clave para incrementar la resiliencia de los ecosistemas frente a los retos del cambio climático. "Estas microactuaciones, diseñadas específicamente para ecosistemas de alta montaña y litoral, buscan mitigar los efectos de las perturbaciones climáticas y garantizar la conservación de especies críticamente amenazadas", ha puntualizado.

Se desarrolla en toda España y tiene como objetivo prioritario "mejorar el conocimiento y el seguimiento de los impactos del cambio climático en recursos hídricos, costas, bosques, sistemas agrarios y biodiversidad". En última instancia, el plan busca "aumentar la capacidad de adaptación de los ecosistemas y minimizar los riesgos asociados a los cambios en el entorno natural".

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