GRANADA 10 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Consejería de Fomento y Vivienda ha iniciado la segunda fase de la obra de emergencia para la contención y estabilización de la ladera sobre la A-4050, la travesía del municipio granadino de Otívar, tal y como ha explicado el consejero Felipe López durante una visita a la zona donde, el pasado 4 de enero, se desprendió una roca de grandes dimensiones como consecuencia del temporal de lluvias de principios de año.
Felipe López ha destacado que "esta obra de emergencia ha permitido intervenir con urgencia para dar una respuesta inmediata a esta situación", asegurando que "la medida adoptada permitirá que la roca quede sellada y no haya riesgos de desprendimientos, garantizando con ello la seguridad de los vehículos y de las personas". "La solución que se ha proyectado para este caso es la que se suele tomar en las zonas donde se producen estos fenómenos", ha explicado.
Esta segunda fase de la obra tiene un presupuesto de 389.107 euros y es ejecutada por la empresa Desnivel. A pesar de que la intervención se había licitado inicialmente con un plazo de cuatro meses, finalmente se realizará en un mes y medio, gracias al compromiso de la Junta por asegurar la zona con la mayor urgencia posible, dado el elevado tránsito peatonal y de vehículos que registra esta carretera a su paso por el municipio. La previsión es que a mediados de mayo las tareas estén concluidas, tras una inversión global de 509.107 euros, ya que a la cuantía de estos nuevos trabajos hay que sumar el desembolso de 120.000 euros realizado inmediatamente después de la caída de la roca.
En esa primera fase se adoptaron medidas urgentes, desplegando personal del centro de conservación integral de carreteras que atiende esta zona, el del Área Metropolitana de Granada y Sierra Nevada, con el fin de "realizar la limpieza de la calzada, despejar la vía y llevar a cabo los trabajos esenciales para reforzar la seguridad de la ladera en el punto del incidente, para lo cual se extendió una red de cable y se aseguró un gran bloque inestable de unas 300 toneladas".
La solución que se aplicará en esta segunda fase contempla actuar en dos tramos; el primero situado a la entrada del núcleo urbano y el segundo ubicado en una zona contigua al punto del desprendimiento producido. En el primer enclave se extenderán 4.500 metros cuadrados de malla de triple torsión, 300 metros cuadrados de malla de triple torsión reforzada, 4.500 metros cuadrados de red de cable y 300 metros de barras de acero. En el segundo, se instalarán 3.000 metros cuadrados de malla de triple torsión, 1.000 metros cuadrados de malla de triple torsión reforzada, 3.000 metros cuadrados de red de cable y 200 metros de barras de acero.
Esta intervención se ha programado teniendo muy en cuenta la incidencia directa que tendrá sobre la vida diaria de los habitantes de Otívar, que para sus desplazamientos diarios requieren circular por esta travesía en condiciones de seguridad vial, una situación que también es clave garantizar para los camiones procedentes de las cooperativas dedicadas al cultivo tropical y ubicadas en el municipio y para los vehículos que utilizan el itinerario de la A-4050 con dirección a la Costa Tropical.
La A-4050 atraviesa Otívar a lo largo de unos 900 metros, de los cuales en unos 200 metros discurre con una ladera en una de las márgenes. Constituye la calle principal del núcleo urbano, por lo que además de registrar tráfico rodado también tiene una importante circulación peatonal. Se trata, por tanto, de una vía muy transitada, que arroja una elevada intensidad media diaria, con 1.714 vehículos al día (con un 4 por ciento de pesados), teniendo en cuenta el censo de población, unos 1.082 habitantes.
Esta "intensa circulación" no sólo se debe a su condición de principal arteria de comunicación del pueblo, sino también a la actividad empresarial que alberga, ligada al cultivo de frutos tropicales, muy típico en el Valle del Río Verde donde se inserta y que conlleva la entrada y salida de camiones para el transporte de estos productos, ha informado la Junta en una nota de prensa. Asimismo, hay que tener en cuenta la proximidad de Otívar a Almuñécar (a tan sólo 12 kilómetros), siendo la A-4050, denominada también Carretera de la Cabra, la principal vía de conexión con la Costa Tropical desde ese enclave.
Esta ladera ha registrado episodios puntuales de desprendimientos, aunque de material de pequeño tamaño, debido a la propia composición de la montaña, de piedra caliza muy porosa y con muchas fracturas debido a la acción del agua de lluvia y la vegetación. Esos desprendimientos se suelen producir con las primeras lluvias anuales. Por la propia composición de la roca, es imprevisible prever el comportamiento del macizo, cuyas deficiencias se manifiestan de manera súbita.
A pesar de ello, la Consejería de Fomento y Vivienda ha indicado que "desde su responsabilidad por garantizar el tránsito de vehículos y personas por esta carretera en condiciones adecuadas de seguridad vial, viene desarrollando de forma permanente y con carácter preventivo las correspondientes labores de conservación para que la circulación sea óptima en la zona".