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JUNTA DE ANDALUCÍA

HUELVA 23 Feb. (EUROPA PRESS) -

Un total de 45 menores fueron atendidos durante el pasado año por el servicio de atención psicológica de la Junta, un programa que desde sus inicios en 2009 ha atendido a un total de 246 menores en la provincia y más de 3.000 en el conjunto de Andalucía, entre los que se encontraban niños cuyas madres fueron asesinadas.

Así lo han indicado el delegado territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, Rafael López, y la coordinadora provincial del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), Eva Salazar, en la presentación este jueves del Servicio de Apoyo Psicológico en Crisis para Hijas e Hijos de Mujeres Víctimas Mortales de Violencia de Género, una iniciativa pionera en España, impulsada por la Junta, que tiene como objetivo ofrecer de manera gratuita e inmediata atención psicológica de urgencia a menores y familiares que se enfrentan a un hecho tan traumático como el asesinato de una madre a manos del padre agresor.

Se trata de un paso más en "la máxima protección que merecen las y los menores, que también son víctimas directas de sus padres agresores, tal y como señala la propuesta andaluza de Pacto de Estado contra la Violencia de Género", ha incidido López.

El proyecto, que ha sido desarrollado por el IAM y se prestará a través de sus recursos, supone la ampliación de los servicios que tiene la Junta para la protección de las personas menores de edad expuestas a la violencia de género en Andalucía. En este sentido, la coordinadora provincial del instituto ha recordado que Andalucía fue la primera comunidad autónoma en considerar a los hijos e hijas de mujeres maltratadas como víctimas directas de la violencia machista, ofreciendo desde 2009 un servicio de atención psicológica para estos menores.

"Si la exposición del menor a la violencia de género produce traumas similares al maltrato infantil, los casos de madres asesinadas añaden graves secuelas en los niños y niñas, desde terrores nocturnos y regresiones hasta huidas del hogar o sintomatología ansiosa y depresiva", ha explicado Salazar, quien ha incidido en la necesidad de una atención inmediata que minimice el "shock psicológico", facilite un proceso de duelo "normalizado" y favorezca la recuperación emocional a medio plazo.

El servicio, que se ofrecerá en la localidad donde sucedan los hechos, tendrá dos líneas de actuación: una directa con las y los menores, y otra indirecta con las familias y el entorno, que abarcará desde la comunidad educativa y los centros de salud hasta las fuerzas de seguridad, los medios de comunicación locales o el movimiento asociativo. La previsión supera las 110 personas atendidas por cada municipio en el que se active.

En la atención inmediata al menor y a la familia, se trabajará para disminuir el riesgo personal asociado al trauma, favorecer la contención emocional, activar los recursos personales de afrontamiento, recobrar el equilibrio emocional, prevenir el duelo patológico, potenciar la resiliencia familiar y asesorar en caso necesario.

Con la comunidad educativa se pondrá el acento en facilitar la recuperación de la normalidad cotidiana y en ofrecer pautas para realizar una acogida adecuada del menor. Asimismo, se ofrecerá formación a profesionales de otros ámbitos que puedan atenderles en un futuro para saber orientar cualquier tipo de intervención.

De forma paralela, el servicio contempla la realización de ocho cursos formativos provinciales dirigidos a las fuerzas y cuerpos de seguridad, con el fin de capacitarles en la intervención y ofrecerles pautas para la comunicación de malas noticias. El programa estará activo las 24 horas, durante los 365 días del año.

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