JAÉN, 4 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Centro de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA) Quiebrajano, situado en el término municipal de Jaén, recuperó y reincorporó en 2022 al medio natural 436 ejemplares, lo que supone el 47,23 por ciento de los recibidos vivos (923).
También llegan animales muertos, que durante el año pasado ascendieron a 105, de modo que el total de ingresos fue de 1.028. Esta cifra supone un descenso de 15 ejemplares respecto a 2021, fruto de la bajada 30 animales ingresados vivos y el aumento de 15 muertos, según la estadística de 2022 facilitada a Europa Press desde el Gobierno andaluz.
En estas instalaciones de la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul se atiende a aves, mamíferos, reptiles y anfibios --incluidas en el Catalogo Nacional de Especies Amenazadas y en el Catalogo Andaluz de Especies Amenazadas-- que se encuentran heridas o accidentadas.
Ubicadas en el entorno del Parque Periurbano Monte de la Sierra, junto al pantano del Quiebrajano, son un referente en la comunidad, especialmente en el tratamiento de aves para lo que, entre otras cosas, dispone de un voladero de forma oval de vuelo continuo para rapaces tipo halcones y águilas de mediano tamaño que permite recuperar la musculatura.
Las aves, precisamente, sobresalen como especie atendida en el CREA el año pasado. Fueron 987 --887 vivas y 100 muertas-- y entre ellas destacan los vencejos y el avión común. También ingresaron 26 mamíferos --21 vivos y cinco muertos-- y 15 anfibios, todos ellos con vida. Los meses de junio (440) y julio (253) concentran el grueso de ingresos al sumar el 67,41 por ciento de todo el ejercicio.
Del total de ejemplares que llegaron vivos, se recuperaron y reincorporaron al medio natural 436 (el 47,23 por ciento de ellos). Implica que el balance de recuperación ha disminuido en ocho puntos menos con respecto al 55,30 por ciento de 2021.
Además, en el caso de las aves recuperadas el año pasado, 327 fueron marcadas con una anilla de metal dentro del anillamiento científico con el objetivo de conocer más sobre su biología y desplazamientos migratorios.
Los ejemplares que no se logra recuperar son cedidos a entidades colaboradoras o parques zoológicos con fines educativos, científicos o de cría en cautividad. En 2022, se cedieron al Zoo de Vigo un águila culebrera y un mochuelo común.
Con respecto a las causas por las que originan su ingreso, son muy diversas, desde pollos caídos de nido, en lo que influye especialmente las altas temperaturas; traumatismo producidas por atropellos, cableado eléctrico, electrocuciones, disparos, intoxicaciones, enfermedades o debilidades.
Por tanto, los tratamientos son muy diversos e individualizados. Una vez que el ejemplar ingresa, se lleva a cabo una exploración por el equipo veterinario que marca la asistencia y el protocolo de recuperación.
Así, se realizan a diario curas y tratamientos, intervenciones quirúrgicas, técnicas de rehabilitación y control de alimentación, en la que se incluye la crianza de pollos y crías. Para ello, el CREA cuenta con un equipo formado por dos técnicas de biodiversidad (bióloga y veterinaria) y cuatro o cinco auxiliares cuidadores.
De otro lado, hay ejemplares que llegan al centro muertos o con lesiones graves, por lo que reciben la eutanasia. En estos casos, se destinan a proyectos científicos con universidad públicas y otras entidades de Andalucía, como la Estación Biológica de Doñana-CSIC y Siece. También se cede material biológico como plumas a la Escuela de
Capacitación de Vadillo.
COLABORACIÓN
Para la actividad del CREA Quiebrajano es fundamental la colaboración ciudadana a la hora de avisar de la existencia de animales heridos o enfermos. De hecho, los particulares, con el 70,43 por ciento de los avisos, siguen siendo el primer colaborador que encuentran el animal incapacitado, a lo que le sigue, en mucho casos, una cadena de custodia con la implicación de cuerpos de seguridad y administraciones públicas.
Igualmente, se recogen y trasladan a estas instalaciones gracias a avisos de la policía local (7,88 por ciento), Guardia civil (4,86 por ciento), agentes de Medio Ambiente de otras unidades (2,43 por ciento) y otras administraciones públicas (1,95 por ciento) y asociaciones ecologistas y voluntariado (1,07 por ciento).
PROGRAMAS DE CONSERVACIÓN Y EDUCACIÓN
Por otra parte, el CREA Quiebrajano apoya a programas de conservación como son correcciones de tendidos eléctricos, detección de puntos negros de atropellos en carreteras, estudios de control del estado sanitario de la fauna (PVE) y planes de conservación regionales de fauna amenazada.
Junto a ello, se han formado tres estudiantes en prácticas: dos alumnas del Ciclo formativo de Gestión forestal y Medio Natural del IES Santiago-Pontones y uno del Máster Universitario en Análisis, Conservación y Restauración de Componente Físicos y Bióticos de los Hábitats de la Universidad de Jaén.
El centro también ha mantenido el proyecto de colaboración medioambiental y social con el Centro de Menores Infractores Las Lagunillas, cuyos participantes han ayudado en la crianza de pollos insectívoros como vencejos y aviones, y con SEOBirdLife Sierra Sur y Siece. Además, en 2022 ha ampliado la cooperación con la plataforma SOS Vencejos.