JAÉN, 23 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Universidad de Jaén (UJA) acoge desde este miércoles y hasta el jueves, 24 de noviembre, el I Congreso Internacional sobre disfunciones del suelo pélvico en la mujer, reconocido de interés científico-sanitario por la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía.
Se trata de una iniciativa donde los especialistas pretenden aportar una visión integral sobre esta patología. Bajo el lema 'Visibilizando un problema poco percibido por la sociedad', este congreso ofrece una visión integral de los problemas de suelo pélvico con el objetivo de aportar conocimiento sobre los factores biológicos, mentales, educativos, económicos, sociales o medioambientales que puedan tener efecto sobre las disfunciones del mismo.
La inauguración del congreso ha contado con las intervenciones del rector de la Universidad de Jaén, Juan Gómez, la delegada territorial de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía, Elena González, la vicepresidenta tercera de la Diputación de Jaén, África Colomo, la concejala de Igualdad, Eva Funes, y el presidente del comité científico organizador y profesor del Departamento de Enfermería de la UJA, Juan Miguel Martínez.
Los problemas de suelo pélvico abarcan una serie de disfunciones que tienen en común la afección de esta estructura muscular. Estas disfunciones engloban: la incontinencia urinaria, el prolapso de órganos pélvicos en la mujer, la incontinencia fecal, síndrome doloroso de la región pelvi-perineal y disfunción sexual por debilidad de la musculatura de la región, entre otras.
En este sentido, la celebración del I Congreso Internacional sobre disfunciones del suelo pélvico en la mujer se justifica ante la necesidad de actualización del conocimiento y la incorporación de los nuevos hallazgos encontrados en las investigaciones recientes a la práctica clínica, como pilares fundamentales para abordar, desde un punto de vista multidisciplinar e interdisciplinar, de forma adecuada, un problema de salud pública que afecta a las mujeres.
Del mismo modo, se considera que la participación de la ciudadanía en el abordaje del problema juega un papel prioritario para la orientación adecuada de la investigación y la práctica asistencial e intentar dar respuesta al mismo.
De esta manera, el congreso cuenta con la participación de ponentes de reconocido prestigio a nivel internacional, así como la asistencia tanto de profesionales sanitarios, como de asociaciones de mujeres afectadas y estudiantado de todas las especialidades relacionadas con las disfunciones del suelo pélvico en las mujeres --medicina, urología, enfermería, matrona, fisioterapia, proctología, sexología, psicología, entre otras--.
Durante el acto de inauguración, Elena González ha destacado la importancia de "visibilizar esta patología, ya que es preciso sensibilizar sobre los problemas asociados a esta dolencia, en muchas ocasiones sobrellevados en silencio por la mujer", de ahí que "divulgar sobre las alternativas terapéuticas, compartir los mejores avances y terapias para resolver estos problemas, hará posible tomar conciencia de su importancia de esta dolencia, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de la mujer".
En este sentido, la delegada ha apuntado que "desde la Consejería de Salud y Consumo se está trabajando intensamente en mejorar activamente el diagnóstico y tratamiento de las patologías asociadas al suelo pélvico". En este punto ha hecho referencia al trabajo que desarrollan los profesionales de la Unidad de Suelo Pélvico del Hospital Universitario de Jaén, que cada año atiende a unas 800 mujeres.
Los problemas de suelo pélvico tienen una prevalencia elevada, que llegan a afectar, en países como Estados Unidos, a una cuarta parte de las mujeres en edad adulta. Algunos estudios estiman que hasta un tercio de las mujeres padecen estas disfunciones. Estas alteraciones van en aumento en los últimos años, y ocupan un lugar destacado entre las enfermedades crónicas no transmisibles, de tal modo que se estima un gasto elevado en su tratamiento, con un consumo importante de recursos del sistema sanitario.
A pesar de la alta prevalencia se considera que es un problema infradiagnosticado. Se estima que tan sólo el 25 por ciento de las pacientes consultan al médico por su problema y se achaca a la vergüenza, a la falta de educación sanitaria y a la escasez de consultas específicas que aborden el problema.