JAÉN 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Hospital Universitario de Jaén ha puesto en marcha una consulta de seguimiento destinado a pacientes que han requerido atención en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Durante su primer mes de funcionamiento, ha atendido a 14 pacientes y a sus familias.
El programa 'Renace Huci Jaén' pretende mejorar la calidad de vida de los pacientes tras salir de la UCI, además de ayudar y apoyar a las familias en su papel de cuidadores principales, mejorar la percepción de cuidados recibidos y la experiencia de pacientes y familiares.
En definitiva, se trata de que puedan recuperar cuanto antes su calidad de vida previa, según ha informado este miércoles el Gobierno andaluz.
Esta consulta tiene como objetivo la prevención, diagnóstico, seguimiento y tratamiento del síndrome post UCI en el Hospital de Jaén. Así, se pretende reducir las posibles secuelas a través de la implementación de un protocolo de analgesia, sedación y delirium, disminuir las tasas de reingreso y los días de estancia tanto en UCI como en el hospital e implementar un protocolo de movilización temprana.
"Los pacientes que cumplan los criterios de inclusión serán citados en esta consulta al mes de recibir el alta hospitalaria, de manera que, una vez valorados, puedan ser derivados, en caso de ser necesario, a otros especialistas en los servicios de Rehabilitación, Neumología, Neurología, Salud Mental, Nutrición, Atención Primaria o Servicios Sociales", ha explicado el doctor Gabriel Heras, uno de los facultativos del Servicio de Medicina Intensiva que han desarrollado el proyecto.
En el año 2010 se definió el síndrome Post Cuidados Intensivos como un conjunto de síntomas físicos, cognitivos, psicológicos y emocionales que surgen y persisten tras un ingreso en una UCI y que conllevan un deterioro en la calidad de vida tras el alta.
Además, estos síntomas pueden afectar también a los familiares y cuidadores del paciente, pudiendo aparecer este síndrome a nivel familiar. Puede acarrear importantes problemas sociales, económicos y de salud para los familiares tales como la ansiedad, depresión, estrés postraumático o problemas del sueño, entre otros.
"Puede afectar a un 30-50 por ciento de los pacientes que han pasado por un estado crítico y que puede persistir durante años tras el alta", ha incidido Heras.
La disfunción física se estima que puede aparecer entre un 25-80 por ciento de los supervivientes, y cerca del 25 por ciento requieren ayuda para las actividades diarias básicas hasta un año después del alta en UCI.
Por otro lado, la disfunción cognitiva ocurre en hasta el 80 por ciento de los pacientes post-UCI, pudiendo estar presente, incluso años después. En cuanto al componente psicológico, se estima que presentan depresión un 30 por ciento, ansiedad un 70 por ciento y trastorno de estrés post-traumático un 50 por ciento, pudiendo persistir este último hasta cuatro años.
"Este proyecto nace como elemento fundamental en la humanización de la asistencia para los pacientes y sus familias, con una gestión basada en la dignidad y los valores y el cuidado centrado en las personas", ha manifestado el doctor.